El nuevo Parlamento

«Parece que, pese al recrudecimiento de los acosos de sabotaje y de terrorismo de la izquierda revolucionaria, las elecciones legislativas del 15 de junio se desarrollarán normalmente, salvo tal vez en el País Vasco.No se descarta la posibilidad de una ofensiva generalizada de ETA. El sistema electoral, que permite todo tipo de acomodos y de arreglos entre los partidos, hará muy difícil las operaciones del escrutinio; provocará numerosas protestas, y la composición del Senado será diferente de la del Congreso. Tanto más que a esos 207 senadores que representan el sufragio popular hay que añadir 41 nombrados por el Rey.

Esta inyección ad libitum de un cuarto de sus miembros da al Soberano la posibilidad de corregir o modificar sustancialmente el resultado de la consulta electoral. Esta prerrogativa es una cuarta clave del juego del Rey...

Pero el edificio construido durante la era franquista permanece intacto. Muchos candidatos desean una delimitación estricta de los poderes reales, una revisión en profundidad de las estructuras actuales, y la redacción de una Constitución explícita y detallada...

Aparte de la orientación política de la izquierda, el centro y la derecha, el nuevo Parlamento tendrá la tarea esencial de fijar las instituciones de España. Es necesario señalarlo, pues se olvida a menudo, corriéndose el riesgo de no comprender el verdadero sentido de las elecciones del 15 de junio.»

, 9 junio