La disidencia "jusa" resquebraja a la socialdemocracia alemana
Las llamadas a la unidad dentro de las filas de la socialdemocracia alemana y las campañas de solidaridad con el ex jefe juso, Benneter, expulsado del partido al adoptar una postura crítica contra los dirigentes socialdemócratas, amenazan a la política del canciller Schmidt con la bancarrota total.Solamente en la sección hamburguesa del partido se ha fijado un ultimátum, hasta el 21 de junio, para «retractarse» de su actitud favorable a las tesis stamokap, representadas por Benneter. Entre los incluidos en la medida se halla el vicerrector de la Universidad de Bremen e ideólogo principal de la corriente contraria a la servidumbre del Estado respecto del capital monopolítico, profesor Detlev Albers. La opción fijada a los socialdemócratas críticos es el abandono del partido, o una declaración pública contra el ex jefe juso. El término del plazo coincide con la fecha en la que tendrán lugar en las ciudades alemanas más importantes manifestaciones de adhesión con Benneter. Este, a su vez, ha aceptado la invitación de los jóvenes socialistas holandeses para que se traslade a Amsterdam y explique personalmente el desarrollo de la campana montada contra él por los organismos rectores de la socialdemocracia alemana.
La directiva de este partido insiste en su postura de defensa indirecta de la democracia cristiana, al recriminar la adhesión de jóvenes socialistas y miembros de la izquierda socialdemócrata a la tesis de Benneter sobre «incompatibilidad de la democracia cristiana alemana con los intereses de la clase trabajadora» y «reconocimiento del PC alemán como rival político, pero no enemigo de la clase obrera, como es el caso de la Democracia Cristiana».
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