La renuncia de D'Ormesson

Raymond Aron, que ha desempeñado en Le Figaro el «rol» que todos conocen, saca en un semanario, esta semana, la lección de una crisis: sale de Le Figaro. Ha sido durante treinta años el símbolo y el honor...« Desde mi llegada, hace cuarenta meses, a la dirección de Le Figaro, hemos sido, él y yo, constantemente solidarios. Su partida y los motivos que da demuestran. la gravedad de los problemas que se plantean hoy a Le Figaro. ( ... )

Estos problemas giran en torno a las relaciones entre el propietario y la redacción. ( ... )

La adquisición, hace dos años, de Le Figaro por Rober Hersant estaba preñada de consecuencias que se desarrollan hoy. Ni Raymond Aron ni yo nos arrepentimos de nuestra actitud de entonces ni de haber intentado esta nueva y necesaria experiencia. Sobre todo, porque no había otra solución.

Es necesario que yo rinda justicia, públicamente, a Robert Hersant, que no ha ejercido la menor presión sobre la libertad de los periodistas de Le Figaro, ni sobre la mía. ( ... )

Ha sido, a este respecto, perfectamente liberal, y esta actitud que me interesa subrayar ha facilitado considerablemente nuestras relaciones... Pero los nombramientos y los despidos escapaban a mi autoridad. ( ... )

Y el problema, irritante y más delicado de lo que se piensa, de la participación efectiva del propietario, bajo forma de editoriales o de artículos en la redacción del diario, planteaba puntos de interrogación. Para decir las cosas más claras, los poderes que yo tenía disminuían hasta convertirse en una ficción. (...)

Son estas consideraciones las que me llevan a constatar hoy que no puedo ejercer efectiva y plenamente la tarea de dirección del periódico. ( ... )

6 junio Le Figaro