Conde y Conde
Bajo el título «El Conde». va de por sí citado despectivamente, se publicó el día 28 de mayo en ese periódico un artículo de su colaborador señor Martín Prieto.Sin entrar en los sarcasmos gratuitos dirigidos al señor Areilza, la equiparación entre condes planteada es una falta de respeto a la figura, cuya ejemplaridad y abnegacion ya no es necesario explicar, del Conde de Barcelona, exiliado de España desde sus jóvenes años de la Escuela Naval. hasta el presente, por defender paladinamente desde 1942. con 35 años de adelanto. ideas hoy adoptadas por la gran mayoría del país, y que incluso son comunes a las que inspiraron la misma aparición de EL PAIS.Lo que pasa es que a los redentores generalmente los crucifican, y el Conde de Barcelona no ha sido en esto una excepción, ni tampoco lo ha sido en que sus ideas se propaguen, y sean hoy muy generales en la política y objetivos actuales.
No atribuyo al señor Prieto autoridad para imponer ostracismos, ni para señalar con el índice la trayectoria de nadie. ni para interpretar a la persona a la que el índice apunta.
