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El estadio comunal madrileño, inviable

Spórting, Rayo y Cádiz son los tres primer divisionistas que la campaña liguera nos ha proporcionado. Un estadio comunal para Madrid, que se ha sacado de la manga el alcalde, señor De Arespacochaga, es el tema que va a sostener el ambiente futbolístico de esta capital, una vez cumplidos los objetivos de la temporada. Los ascensos y el estadio son las cuestiones a capitalizar de aquí a las elecciones.El ascenso del Spórting, su equipo; el título del Atlético, el club con el que simpatiza, y el festejado ascenso del Rayo, la barriada en la que vive, es el pleno que se ha marcado fray Santiago. Al alcalde de Madrid le toca hacer funcionar el tema del estadio madrileño para que Alianza tenga baza en el deporte.

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Resulta que hace unos años el entonces alcalde de Madrid y hoy aspirante al Senado por Alianza, señor Arias Navarro, dijo que sería un crimen que el proyecto del Madrid de trasladar el Bernabéu al polígono de VaIverde se llevase a efecto. La torre de plata no le gustó ni un tanto así. Ahora resulta que el señor De Arespacochaga es partidario, al menos en parte, de aquella obra que iba a realizar el arquitecto exiliado en México señor Candela.

El presidente del Atlético es un entusiasta del estadio comunal y su postura no es nueva, pero me temo que a Bernabéu no le agrada la cuestión. A Bernabéu supongo que no le va a hacer ni pizca de gracia el que a cambio de su casa le ofrezcan otra, para vivir de realquilado. Como el corte de mangas de Bernabéu se ve venir, la buena de doña María, su esposa, anda todo el día recordándole esto: «Cada cual en su casa y Dios en la de todos.»

El viejo proyecto del Madrid costaba 1.200 millones de pesetas, que pagaba el señor Zeckendorf, el constructor del famoso edificio Watergate, a cambio de la torre del Bernabéu o de una zona residencial en el polígono de Valverde. Ahora el proyecto debe valer algunos millones más y yo me pregunto qué razones puede aducir el alcalde para que el estadio comunal lo paguemos entre todos los ciudadanos. ¿Será que lo que se nos plantea es que a cambio de un Watergate tengamos un Matesa?

Por el deporte comienzan a interesarse. algunos políticos cuya postura anterior no pudo ser más despegada. Por ejemplo, de los planes de desarrollo del señor Rodó no salieron para la DND más que migajas. Ahora el señor Rodó está interesado en las cuestiones deportivas. Debe pensar que todo el deporte es Tajamar, pero afortunadamente la cosa no es así.

Yo siempre he pensado que el Madrid se saldría con la suya y tendría nuevo estadio, pero me temo que la propuesta del alcalde no es viable. Bernabéu está a punto de decir que verdes las han segao y que él no se pone a vivir en la misma. casa con un vecino con el que no lleva bien. Bernabéu no movilizó toda, su artillería pesada para acabar de realquilado.

Es posible que el estadio único fuera rentable, pero siempre en el supuesto caso de que el Ayuntamiento pagara unas fuertes sumas por el Bernabéu y el Calderón, y estoy por pensar que nadie dispone del dinero suficiente como para dejar a todos contentos. El dinero les vendría bien a ambos clubs; al Madrid para pagar sus fichajes y al Atlético para acabar de pagar su propio estadio, pero el señor De Arespacochaga tiene demasiados problemas en la ciudad como para relegarlos todos a costa de un estadio comunal. El problema del tráfico no es tan dramático.

Pero volvamos a las cosas alegres. En Cádiz y Vallecas ya tienen, lo que siempre han deseado. Los problemas comenzarán ahora. De la euforia, en Cádiz, ha participado hasta Pemán. Del presupuesto para la próxima temporada ya veremos quién se hace cargo. Los vallecanos con tal de que Marcelino Gil no les suba el pan se dan por satisfechos con su modestia. Como los de Getafe, que una vez conseguida la permanencia ya no pueden desear más. Incluso el público lo pasó en grande el domingo. Todo salió tan a pedir de boca que incluso se pidió a voces que los jugadores se besasen. Y todo porque ascendió el Rayo y no bajó el Getafe. Una carambola de fantasía que firmaría Joaquín Domingo

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