Amplia victoria oficialista en las elecciones legislativas narroquíes
Con más del 44% de los sufragios emitidos y 81 escaños, los candidatos «independientes », en realidad de obediencia hassanista, han conseguido una amplia victoria en las elecciones legislativas celebradas en Marruecos durante toda la jornada del viernes. Más del 80% de los electores inscritos -seis millones y medio- votaron para cubrir los dos tercios de la Cámara de Diputados, 176 escaños. El tercio restante, hasta 264, será elegido mediante sufragio universal.
El partido musulmán ultranacionalista Istiqlal, de oposición, obtuvo 45 escaños y más del 21 % de los sufragios. La Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), de Abderrahim Buabid, principal partido de oposición izquierdista y de carácter socialista moderado, fue la formación gran derrotada en estos comicios: sólo 14% de los sufragios y dieciséis escaños. Buabid perdió en Agadir ante un «independiente», Ahmed Ramzi, ex ministro de Sanidad.El líder del Istiqlal, Bucetta, resultó elegido en Marrakech con el 71 % de los votos y el dirigente del Partido del Progreso y del Socialismo (PPS), comunista, Ali Yata, consiguió su escaño en Casablanca, con un 42% de los sufragios. El PPS no ha llegado al 3% de los votos emitidos y sólo dispondrá de un escaño en el Parlamento marroquí.
El Movimiento Popular, un partido afín a las consignas de palacio y de implantación preferentemente rural, ha obtenido el 12% de los sufragios y veintinueve escaños. Los cuatro escaños restantes fueron conseguidos por otros dos partidos menores.
La amplia y previsible victoria oficialista ha sido subrayada por el primer ministro, Ahmed Osman, que se mostró «muy optimista sobre el desarrollo del proces o democrático en Marruecos». Tanto el primer ministro, que parece dejará su puesto para presidir la Cámara de Diputados, como el resto de las personalidades progubernamen tales que se presentaron bajo la etiqueta de «independientes» fueron elegidos por amplia mayoría.
En las elecciones del viernes participaron por vez primera las tres provincias saharianas, lo que ha servido al Gobierno de Rabat para subrayar la marroquinidad de sus habitantes.
El partido derechista Istiqlal ha denunciado numerosas irregularidades electorales, arrestos y violencias ejercidas contra personas que no votaron con la papeleta blanca asignada a los «independientes».
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