Bazas políticas en la conferencia
La politización de las reuniones, desafiando abiertamente las amenazas de abandono del organismo por parte de Estados Unidos, el tema de la sindicación de funcionarios de servicios públicos y la,presencia -por primera vez en los últimos cuarenta años- de una delegación española democrática y representativa, son los aspectos más destacados de las sesiones de la 63 Conferencia Internacional del Trabajo.Pimenov, el representante de la URSS, atacó abiertamente a Estados Unidos y al delegado de los trabajadores de aquel país , Irvin Brown, nada más iniciarse la conferencia en pleno de trabajadores. Estos ataques, secundados por los países socialistas y del tercer mundo, y contestados por los representantes de los países occidentales y de su órbita de influencia, se han repetido casi a diario. El tema de los derechos humanos, con resoluciones contra el apartheid en Surafrica e impugnaciones a las representaciones de Chile y Argentina, así como el relativo a los trabajadores panameños en la zona del canal y la hostilidad de las delegaciones árabes contra Israel, son los platos fuertes de la politización denunciada por Estados Unidos de la Organización. Internacional del Trabajo. En el aire está, a pesar de las esperanzas de Blanchard, director general de la OIT, que se consume la retirada de Estados Unidos del cirganismo, lo que pondría en grave peligro -dadas sus aportaciones a la financiación del mismo- la subsistencia de este parlamento internacional del trabajo.
El calificativo de «acontecimiento histórico para la OIT», junto al refrendo de las entusiastas intervenciones de diecisiete países y los continuos aplausos a la delegación democrática española, dan idea de que España es otro de los acontecimientos de esta 63 asamblea. Se aguarda con expectación la intervención del ministro De la Mata, que podría tener lugar el día 13, y de Nicolás Redondo, anunaciada en principio para el día 17. ante el pleno del organismo.
Desde la perspectiva española, al margen del eco internacional, está siendo muy importante está reunión de Ginebra. Tras la pantalla de las sesiones oficiales, que ofrecen la oportunidad de convivir durante veinte días a cualificados dirigentes de empresarios y trabajadores, se están sentando las bases de una gran patronal española, se están debatiendo y clarificando las posturas de las centrales sindicales, y -lo que es más importante- se están iniciarido unos contactos sindicatos-patronales para articular conjuntamente un terreno de juego para sus relaciones y una salida, eficaz y equitativa, a nuestra acuciante situación económica. Se han celebrado contactos entre los empresarios y UGT, STV y CCOO, y antes del 20 se anuncia como probable una reunión global patrones-centrales.
Las bazas políticas, también de cara a la galería española, aparecen asimismo, en Ginebra, en el marco de la OIT. De la Mata sabe que no puede acudir a aquel foro con las manos vacías, y ya ha resuelto el tema de la sindicación obligatoria, paliado el de la AISS, y solucionado, según todos los indicios, no fue en el último Consejo de Ministros, pero irá en el próximo, el decisivo de la sindicación de los funcionarios. El eco que pueden despertar estas bazas repercutirá, dada la proximidad de la intervención de De la Mata a la fecha de las elecciones, en éstas. Redondo, por su parte, hablará conociendo el discurso del ministro y el resultado de las elecciones, lo que también es una astucia políticá.
