Las penúltimas incógnitas

Hoy domingo, liquidados los partidos de cuartos de final que una semana antes acabaron con ventaja tan clara que quedaron en el puro trámite de noventa minutos de juego, para dar paso a las semifinales del Español y deñ Athletic de Bilbao, van a jugarse los inciertos e indecisos que resolverán las eliminatorias Salamanca-Zaragoza y Hécules-Español. Luego, el sorteo del lunes terminará de proporcionar un mirador para ver desde allí una panorámica del final de la Copa y hasta de la final de la Copa, todo en una pieza.El sorteo es uno de los alicientes de la Copa, aun cuando en la forma española, híbrida, de jugarse esta competición sólo se le utiliza en lo preciso. Como está pastoreada por la Liga y los intereses que representa carece del carácter, tantas veces decisivo, que reviste en el orbe británico.

Si respecto a Athletic y Español no solamente ha privado la superioridad de los vencedores -y ahí están los tanteos para demostrarlo en su volumen-, sino el terreno en que se jugaron, en los casos de los otros dos cuartos de final, los tanteos registrados (1-0 el Zaragoza-Salamanca; 2-1, el Betis-Hércules) dicen clara mente por su cortedad que el te rreno fue un factor determinante. ¿Hubiesen sido así de constituir la única posibilidad en la Copa de los equipos vencidos? La respuesta no es sencilla y ello es lo que hace tan difícil como ver a través de los cuerpos opacos el más leve pronóstico sobre el desenlace, este domingo, de los partidos de vuelta y combinada mente el nombre de los semifinalistas. Por lo pronto, los que viajan lo hacen con ventaja, magra, pero ventaja al fin y al cabo, que es de pensar que intenten mantener ante la decisión de los equipos locales en derribarla lo antes posible. Como los equipos que ganaron lleguen al terreno de sus rivales con cariz de Liga y «campo contrario» ya se sabe, más o menos, lo que harán. Exactamente lo que cada domingo de la temporada vienen haciendo por turno nueve equipos de la Primera División y diez de la Segunda. Hay una plantilla dejuego que se sabe de memoria la «defensa española». para decirlo con términos del ajedrez, que con leves variantes dominan todos los técnicos y todos los clubs. Una variante no demasiado común es poner a la táctica un aguijón de contraataque y todo ello da lugar a una transgresión constante del estilo de la Copa, que debe ser, junto con la manera trastera y desflecada como se juega hasta que la Liga lo deja, uno de los secretos -a voces por lo demás- de los desintereses que acumula la competición.

Hoy, la mayoría de la afición considera favorito para ganar la Copa al Athletic de Bilbao, simplemente porque con su 5-0 contra el Sevilla demostró estilo futbolístico de Copa, que es el suyo tradicional. Piense el lector si tuvo la desgracia de verlo hasta qué punto le traicionaba, jugando a contraestilo, en el partido Juventus-Athletic, y en el contrasentido de que un partido así fuese una final de una Copa, aunque a plazos y no al contado como deben ser y como debe ser, en general, todo el fútbol de Copa. Aquí, sólo lo veremos en la final. Es poco.

Hoy se verán partidos -dosde Copa, pero no se verá fútbol de Copa. sino en los contados momentos en que sea posible que los equipos enfrentados vean el partido como decisivo, si se llega al empate entre una y otra cosa. Empate válido, por supuesto, que no coincide con el númerico. En Salamanca sólo lo constituye el 1 -0 local; en Alicante, el 2- 1. esto es, la «restitutio in integrum» o vuelta de calcetín de los tanteos anteriores y el,comienzo de la decisión, que para un equipo consiste en alargar su ventaja y para el otro el gol «fuera de casa» lo que garantizará iniciativa de ataque por ambas partes. De momento, los equipos visitantes cuentan con ventaja inicial, más sólida del gol ajeno en el primer partido. Pero una y otra parecen asaltadas y demolibles. Pero, ¿cómo y cuándo? Ahí estará el interés del fútbol de hoy.

En lo que queda de Liga, sólo el de ver si Rayo y Cádiz aprove chan sus oportunidades claras de subir a Primera División como damas de honor del Sporting de Gijón, que ya está arriba, porque juegan en sus campos. Getafe y Tarrasa no deben ser obstáculo. En la cola es donde se halla aún la incertidumbre. Durante toda la semana se han hecho cábalas de los azares y probabilidades de descenso. Hay muchas y variadas desigualmente para cada uno de los seis equipos implicados. de los que tres se salvarán y otros tres sufrirán el batacazo. que esta vez, aunque sea sólo verbalmente, como si se hubiese corrido a esta materia la vehemente hipocresía de esta etapa del fútbol nacional, será más dulce, porque no es lo mismo descender a Tercera Divi sión que a la,Segunda B. No puedo entrar porque harían falta páginas, por la espesa manigua de los pronósticos y posibilida des. De una u otra forma, todos han hecho méritos para verse como se ven, tan achuchados al final. Pero al fútbol apenas le quedan incógnitas.