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Entrevista:

"Los trasplantados" intenta analizar los mitos de la burguesía chilena

Entrevista con su realizador, Percy Matas

Ángel S. Harguindey

Percy Matas, realizador chileno, es el director de Los trasplantados, uno de los ejemplos más atractivos de un cine reflexivo en el que, centrándose sobre un tema directamente político —el exilio de una familia burguesa chilena que asiste, desde París, a la caída del Gobierno de la Unidad popular—, su enfoque y tratamiento trasciende de los estrechos límites del panfleto para intentar profundizar en las complejidades cotidianas de una clase social. Hoy, viernes, se exhibirá por primera vez en la sede de la Filmoteca Nacional. Sobre todo ello informó a EL PAÍS su realizador.

«Por un lado, una reflexión sobre el exilio y, por otro lado, lo que me interesaba más era analizar en esta primera película el conjunto de mitos sobre el cual se asienta la ideología burguesa. Creo que conozco la burguesía chilena, que es mi extracción de clase, y creo que conozco bien sus mitos. Son mitos comunes a muchas burguesías, con la diferencia de que la chilena, como todas las del Tercer Mundo, es dependiente y pobre en muchos casos. Son ricos en Chile, pero una vez que salen del país empobrecen. Gentes que tenían un nivel de vida alto y que al llegar a Europa se encuentran proletarizados objetivamente.» «Uno de los mitos más caros a la burguesía chilena es que eran los británicos de la América Latina. Otro es el mito de la ideología nacional, que el marxismo es una ideología extranjera, como si el capitalismo fuese una ideología específicamente chilena.»

Los trasplantados «es también la historia de una derrota de una clase social que se desintegra a causa de la falta de valores y que de cara a un mundo que cambia, reacciona muy lentamente, con apatía, evitando siempre la ruptura, buscando compromisos. Todo eso moderadamente. Es una clase que no conoce el heroísmo, para bien o para mal (y que considera como totalmente otros a aquellos que hicieron el trabajo sucio, los militares)», a juicio de Gabriel Smirnow, sociólogo chileno en el exilio.

«Mi concepto del cine político es sumamente amplio. Para empezar creo que todo cine es político. La neutralidad, en el fondo, no existe. Si uno pasea por la calle y ve que están pegando a una persona indefensa y no interviene, en definitiva está apoyando a los agresores; por tanto, todo el cine es político. Ahora bien, dentro del cine que se declara «político», por ejemplo el cine de Costa Gavras, que personalmente no me interesa hacer, considero que es válido porque contribuye a dar un comienzo de conciencia sobre problemas que han ocurrido. Por otro lado está el cine de «reflexión», que es el que a mí me interesa realizar; por ejemplo, me gusta mucho Raúl Ruiz, realizador chileno, y los suizos-franceses, Tanner, sobre todo.»

«En la actualidad estoy preparando el rodaje de mi segundo largometraje, que trataría, en esta ocasión, del conflicto que surge entre la burguesía y sus falsos valores, y la clase contraria, el proletariado, que en el fondo posee auténticamente los valores humanísticos que, en teoría, parece detentar la burguesía. Espero poder comenzarla en este verano.»

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