El vecino de la calle de San Vicente Ferrer murió de infarto
El pasado sábado, sobre las dos y media de la tarde, un joven, vecino de la finca número 8 de la calle San Vicente Ferrer halló en el pasillo del cuarto piso, a escasos metros de la escalera, el cuerpo de un hombre, al parecer, muerto. Según manifestaron posteriormente los vecinos de la casa, el fallecido, Maximino Sánchez, de 54 años y vecino del cuarto izquierda presentaba numerosos hematomas en la cara.
Los golpes, unidos a las declaraciones de una mujer que convivía con el fallecido, y que manifestó que hacía cinco días el señor Sánchez había recibido una gran paliza, hizo suponer que la muerte se había producido por efecto de los golpes recibidos.Diversos periódicos apuntaron entonces la posibilidad de que se tratara de un asesinato, hipótesis que en la mañana de ayer fue desestimada ante el resultado de la autopsia. Según el dictamen del forense la muerte se produjo como consecuencia de un infarto de miocardio, «sin que se pueda especificar si los golpes recibidos pudieron tener Influencia en el fallecimiento», tal como manifestaron a EL PAIS fuentes policiales.
El hallazgo del cuerpo en la escalera, vestido con ropa de calle, y el estado de los hematomas hizo que las primeras versiones apuntaran a la posibilidad de que hubiera recibido la paliza instantes antes. Sin embargo, y según manifestó el presunto autor de las lesiones inferidas, Vicente González Pérez de 35 años, la pelea ocurrió el lunes anterior en un bar cercano al domicilio del señor Sánchez.
Aunque no quiso decir el motivo de la agresión, ésta se produjo, al parecer, por un insulto que el detenido hizo a la acompañante del ahora fallecido.
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