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Intensas gestiones para acelerar el extrañamiento de presos

Los cinco vascos, indultados de pena máxima tras el consejo de guerra de Burgos, a quienes el Gobierno Suárez concedió el pasado viernes el extrañamiento a Bélgica, se encontraban todavía en la tarde de ayer en las cárceles de Córdoba y Cáceres.Durante todo el día se estuvieron formalizando los requisitos burocráticos para facilitar su definitivo traslado, entre ellos, los pasaportes, que estaban preparados por la tarde, y la firma de compromiso que todo refugiado ha de hacer con el Gobierno belga para residir en su territorio. Si todo se resuelve rápidamente, «parece que la burocracia está trabajando con rapidez, por esta vez», explicaría a EL PAIS el abogado Juan María Bandrés, los cinco presos: José María Dorronsoro, Javier Larena, Joaquín Gorostidi, Mario Onaindía y Eduardo Uriarte, podrían ser trasladados a Bruselas en el día de hoy.

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Todos los presos vascos quedarán excarcelados

Por lo que se refiere al resto de los presos políticos que quedan en el Estado español, los abogados vascos se han puesto inmediatamente en camino de todas las cárceles, con el objeto de que éstos retienen las peticiones de indulto o extrañamiento, que serán entregadas al Ministerio de Justicia mañana lunes o el martes, a más tardar.

De fuentes bien informadas, hemos sabido que en los últimos días un juez especial se habría trasladado a la cárcel de Burgos, donde se hallan recluidos ocho presos vascos, entre ellos Pérez Beotegui, Wilson, y Múgica Arregui, Ezquerra, para saber si estarían dispuestos a aceptar las medidas de extrañamiento, y en ese caso a qué países aceptarían ser trasladados. Aunque todavía no se le dio una respuesta definitiva, parece que fueron señalados tres países europeos.

Según nos explicaría el abogado Juan María Bandrés, «si la decisión del Gobierno se lleva a efecto, en breves días encontraremos las cárceles españolas vacías».

También consideraba una victoria parcial las últimas medidas de gracia, Lucas Dorronsoro, hermano de José María y de Jone, esta última ex presa y esposa de Izko de la Iglesia. «No es exactamente lo que el pueblo pide, nos diría Lucas Dorronsoro, pero es la única salida del Gobierno ante la demostración de fuerza del pueblo. Han hecho lo menos que pueden dar ante las peticiones clamorosas del pueblo. Yo, de todos modos, prefiero que los presos estén en Bruselas a que estén dentro de las cárceles. »

A pesar de ello, uno de los presos extrañados por el Gobierno Suárez en el día de ayer, Joaquín Gorostidi, diría a su abogado en conversación telefónica: «Ahora salgo, pero ¿cuándo vuelvo a Euskadi? Yo no soy ciudadano belga.»

De los presos vascos condenados, cinco se espera que salgan hoy para Bélgica. Los otros, todos ellos con pena de muerte, son Xabier Izco de la Iglesia -único del proceso de Burgos que quedará por ahora en prisión-, encarcelado en Córdoba; Garmendía Artola (Cáceres), Iñaki Sarasketa Ibáñez (Puerto de Santa María) y Manuel Blanco Chivite (FRAP, encarcelado en Córdoba). El grupo más numeroso es el de los pendientes de juicio.

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