El presidente de Cros recibió minuciosas instrucciones de los autores de su muerte
El diario La Vanguardia publicó ayer el texto íntegro de las instrucciones entregadas a José María Bultó, presidente de Cros, por los individuos que le fijaron en el pecho el explosivo que le causó la muerte. La Vanguardia se reserva la fuente que le hizo llegar el documento pero la califica de «absolutamente digna de crédito».
Las instrucciones no dicen cual era la cantidad de dinero exigida, pero señalan que el 25% de esa cantidad debería entregarse en billetes usados de mil pesetas y el resto, en billetes de mil, preferible pero no necesariamente usados.Se explican minuciosamente todos los pasos a seguir y las preocupaciones que habrían de observarse. La cantidad fijada quedaría en depósito en el domicilio del interesado dentro de unas bolsas que a tal efecto se le facilitaron. A continuación el señor Bultó debería publicar en La Vanguardía una esquela según un modelo que se le adjuntaba. Desde entonces el interesado y la persona que le acompañara tendrían que permanecer recluidos en su domicilio, pendientes del teléfono para recibir nuevas instrucciones.
Respecto al artefacto explosivo indicaban que «el tiempo de veinticinco días de seguridad dado al dispositivo, se ha determinado considerando que, hasta cierto punto, puede ser laborioso reunir en billetes la cantidad indicada; pero es indudable que, pese a la gran facilidad del dispositivo, cuanto más se abrevie la operación, más se reducen los peligros que, pese a todo comporta». Se le advertía que debía descartar todo intento de entregar billetes falsos o marcados por cualquier procedimiento (químico, radiactivo, etcétera) ya que serían minuciosamente comprobados. Sólo dos personas podrían desáctivar el artefacto y ambas se encontrarían fuera del país en el momento de efectuar el cobro. La absoluta discreción y el perfecto cumplimiento de cada paso de la operación, eran las únicas garantías que se le daban.
La complejidad del artefacto que los autores de la muerte del señor Bultó fijaron sobre su cuerpo queda reflejada en estas advertencias:
Este dispositivo sólo puede ser retirado sin riesgo alguno para el interesado, colocando previamente en su combinación adecuada los ocho interruptores de que está provisto. Su mecanismo de seguridad está construido de forma tal que imposibilita cualquier intento de separarlo, mínimamente del cuerpo, o de introducir cualquier elemento extraño entre éste y la piel. De esta manera una vez colocado y activado, el solo hecho de mover equivocadamente un interruptor, de intentar perforar, cortar o separar de la piel, provocaría instantáneamente la explosión de una carga equivalente a la mitad de una bomba de mano de onda expansiva.
Veinticinco días de duración
El dispositivo posee también un mecanismo retardador con duración máxima de veinticinco días pasados los cuales la carga hace explosión automáticamente. Existe una garantía absoluta de que durante veinticinco días el dispositivo no estallará si no es manipulado. Esto ha sido exhaustivamente comprobado por personas que con el dispositivo colocado han llevado a cabo todas sus actividades normales, incluso ejercicios gimnásticos y pudiendo dormir sin ninguna precaución especial.De todas formas, y a fin de evitar que el roce de las distintas partes del dispositivo con el cuerpo pueda producir ulceraciones, se recomienda reducir la actividad física al minimo imprescindible, sin necesidad de llegar a ninguna limitación que resulte molesta.
También hay que evitar movimientos musculares exagerados, que podrían llevar al dispositivo hacia los límites de su seguridad. Se aconseja pues, no conducir personalmente un vehículo, ya que circuristancias fortuitas podrían provocar movimientos forzados, se aconseja también, no mojar el dispositivo, ya que el agua puede actuar como cuerpo extraño o como conductor y provocar la explosión.
La única finalidad de la operación es el cobro de la cantidad acordada: para asegurar por lo tanto la vida del interesado, es necesario que éste se atenga totalmente a las instrucciones.
«Por ello debe descartar toda publicidad, divulgación o intento de aviso a la policía, lo cual sólo serviría para comprometer su vida.
Cualquier sospecha de intervención de la policía, daría por concluida la operación, con las consabidas consecuencias para el interesado. Si se cumplen exactamente estas instrucciones, puede confiar con absoluta seguridad en que nada le va a suceder y que nunca más será objeto de molestias.»
Sobre la identidad de los autores de la muerte del presidente de Cros sigue sin haber una versión oficial si bien esta misma semana la Alianza Apostólica Anticomunista se atribuía la paternidad del hecho.
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