Almería o Cartagena, punto final del gasoducto entre Argelia y Europa
Almería y Cartagena son los dos puntos de la costa española que actualmente se barajan como punto de llegada del gasoducto que, a través del Mediterráneo y con origen en Orán, servirá para distribuir el gas natural argelino a toda Europa.En principio, parece que las tensiones existentes entre Marruecos y Argelia, a propósito del territorio del Sahara occidental, han movido a desestimar la posibilidad de utilizar el estrecho de Gibraltar para el proyecto, ya que sería necesaria la participación marroquí en la empresa. Igualmente, ha quedado descartado un tendido directo entre Orán e Italia -obviando a España-, ante las dificultades técnicas derivadas. Los estudios de los expertos -que se publicarán dentro de pocos días-, según Petroleum Economist se centran actualmente en la idoneidad de los dos puntos costeros- españoles y la modalidad arbitrada para el tendido. Para ello se ha elaborado un completo informe sobre la orografía del fondo marino y las corrientes del Mediterráneo en ambas zonas.
La sociedad encargada de los estudios aludidos, Segamo, fue constituida entre Sonatrach, empresa nacional argelina para explotación y distribución del gas natural, que aportó el 50 %, y las empresas nacionales española Enagas y francesa Gaz de France, con un 25 % cada una.
En España, ya se han iniciado las obras de los gasoductos encargados de distribuir el gas a los distintos núcleos industriales. La primera fase, entre Barcelona -donde está enclavada la planta de regasificación- y Valencia, con un conducto que discurrirá por el valle del Ebro, hacia La Rioja, Bilbao y San Sebastián. Esta fase supone la canalización de unos 865 kilómetros y está adjudicada en sus diversos tramos a cuatro consorcios empresariales, en los que participan sociedades españolas y extranjeras: Montisa, Ferrovial, Impresa Unión, Montubi, Dragados, Auxini, Ginés Navarro, Capag, Agromán y Mannesmann. El conducto encargado de la distribución hacia- Europa atravesaría la Península por, el centro, hacia Pamplona y Francia, previsiblemente.
En cuanto a las características técnicas del gasoducto submarino, parece que la modalidad adoptada finalmente será la de tender una línea de varios tubos de treinta a cincuenta centímetros de diámetro, en lugar de uno solo de mayor sección, que quedaría a expensas de los movimientos marinos, con mayor riesgo. En una primera fase, está proyectada una capacidad de 20.000 millones de metros cúbicos por año, pero dadas las previsiones de consumo para 1985 se cree que esta capacidad se verá inmediatamente superada.
La longitud final del gasoducto se estima pueda oscilar en torno a los doscientos kilómetros -en el caso de que concluya en Almería-, discurriendo a profundidades que oscilen entre los 2.000 y 2.200 metros. Aunque su entrada en servicio estaba prevista para los primeros meses de 1980, es posible que los problemas técnicos que todavía no han sido solventados determinen un retraso en las previsiones iniciales.
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