El centro de control aéreo de Barcelona, muy deficiente
Un viaje para periodistas, organizado por la Subsecretaría de Aviación Civil del Ministerio del Aire con el exclusivo objeto de mostrar las nuevas instalaciones del centro de control de vuelo de Barcelona —el mejor de España a partir del 1 de junio, según se afirmó— se convirtió para una gran parte de los informadores asistentes en una demostración de los fallos que tienen esas instalaciones que, en la práctica, controlan aproximadamente el vuelo de los aviones que pasan por un tercio del espacio aéreo español.
La convocatoria para asistir a las explicaciones dadas por el jefe del Servicio Nacional de Control Aéreo, coronel Sacaneiles, y el jefe del Servicio de Control Aéreo del aeropuerto de Barcelona, comandante Juega, fue atendida por informadores de Madrid, que viajaron hasta Barcelona en un Convair Metropolitan puesto a su disposición, y de Barcelona, que se reunieron con sus compañeros en el mismo aeropuerto del Prat.
En la rueda de prensa que se celebró nada más llegar el avión al aeropuerto se afirmó, tanto por el coronel Sacanelles como por el comandante Juega, que las instalaciones con que ha contado hasta ahora el centro de control —distinto de la torre de control del aeropuerto, ya que aquel se encarga de dirigir todo el tráfico aéreo en su zona de influencia, unos 500.000 kilómetros cuadrados— eran de las peores que existían en España. «Sin embargo, manifestó el coronel, en el momento en que estas nuevas entren en funcionamiento, serán de las mejores de España, por no decir, las mejores.
Ya se encuentran en funcionamiento, en período de pruebas, seis pantallas de radar que, en conexión con las instaladas en Rosas, Soller y Calatayud, ofrecen una panorámica total o parcial del sector aéreo encargado a este centro de control para su vigilancia y coordinación. Han costado en total unos 65 millones de pesetas. La empresa adjudicataria del concurso resultó ser la francesa Thomson que produce estos aparatos en Madrid, a través de su filial Exclusivas Electrónicas. El sistema recibe la denominación T-VT y, según parece, es, dentro de estos sistemas de control, de lo más sofisticado que existe.
El viaje organizado para de mostrar a la prensa las maravillas de la nueva instalación adquirió otra faceta al hablar los periodistas con los controladores del centro. Las afirmaciones de los controladores se dirigieron hacia un punto muy concreto: «Nos pueden poner el mejor radar del mundo. Pero mientras las comunicaciones radiofónicas con los aviones sigan sufriendo las deficiencias que tienen, no arreglamos nada. »
Según los controladores, las frecuencias de radio que utilizan para conectar con los aviones tienen una serie de deficiencias que conducen a que el contacto con los aviones se pierda en ciertas ocasiones. «En esos momentos, nos volvemos locos para poder restablecer el contacto por medio de otras líneas y no siempre lo conseguimos. Cuando esto ocurre, lo que hacemos es respetar absolutamente el plan de vuelo establecido de antemano por el avión con el que se ha perdido el contacto y se va desviando de su ruta al resto de los aviones.»
Según nos comentaron, hace pocos días pudo ocurrir en España, sobre la vertical de Maella, en la provincia de Teruel, un accidente similar al que protagonizaron, en Venezuela, un avión de la Pan Am y otro de Iberia, en el que el piloto español consiguió desviar su avión en el último momento para evitar el choque en pleno vuelo. Según parece, los controladores veían en la pantalla de radar que los dos aviones volaban justo hacia la misma intersección, a la misma altura, sin que pudieran conectar con ninguno de los dos.
«Sobre un cien por cien ideal de seguridad, afirmó uno de los controladores de Barcelona, la falta de medios adecuados de comunicación, deja reducida esa seguridad al 30%.»
