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El dinero interbancario al 17 por 100

En la semana comprendida entre el 25 y el 30 de abril, los tipos del mercado interbancario experimentaron una subida que les colocó en niveles próximos al 17 %. Semejante incremento tiene, según fuentes cercanas al mercado interbancario, justificación más que sobradas. En esas fechas operaban los factores estacionales que todos los finales de mes ocasionan una presión adicional sobre los tipos; a ello, se añadía el pago de impuestos que las sociedades realizan en esta época.Frente a estas circunstancias, todas ellas de signo contractivo, había que contabilizar el desahogo que suponía la serie de medidas recogidas en sendas ordenes del Ministerio de Hacienda. Dichas medidas consistían básicamente, en lo siguiente:

1 . Reducción de tres cuartos de punto en el coeficiente de caja de la banca comercial y de medio punto en el de la industrial.

2. Implantación de un nuevo sistema de cómputo del coeficiente de fondos públicos de la banca (reducido en un punto), y de las Cajas de Ahorro (disminuye en dos puntos).

3. Incremento del redescuento ordinario a la banca, con objeto de consolidar créditos concedidos a través del cauce de los créditos de apoyo a la liquidez del Banco de España.

Según cálculos realizados por los operadores más caracterizados, esas medidas podrían reducir el endeudamiento de los bancos y cajas, con el Banco de España, en una cantidad algo superior a los 100.000 millones de pesetas, de los cuales la porción más sustancial provendría de la compra de fondos públicos por el Banco de España.

A simple vista, parece que la consecuencia más inmediata de esta operación sería la consecución de un mayor margen de maniobra en la política monetaria instrumentada por el Banco de España a través de sus créditos a corto plazo a la banca. La contrapartida de este intento está en los beneficios que el mismo proporcionará a la banca y Cajas de Ahorros -se barajan cifras superiores a los 4.500 millones de pesetas para ambas instituciones-. De ser así, sería lógica la implantación a muy corto plazo de la libertad de tipos de interés de que tanto se ha venido hablando últimamente.

En buena lógica financiera, una medida debería ir seguida de la otra. Pero lo cierto es que, en este país, la banca tiene suficiente poder como para conseguir lo que beneficia su cuenta de pérdidas y ganancias y posponer al futuro inalcanzable, lo que estima perjudicial para sus intereses.

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