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"La teología tiene que edificar las estructuras sociales"

«La competencia, la mentalidad acomodaticia y el consumismo son tres estructuras sociales de alienación que provocan en las sociedades industriales capitalistas fenómenos religiosos de protesta. Creo que la función de las iglesias es no oponerse a estos movimientos, sino comprender los desórdenes sociales que los originan y luchar contra ellos», dijo el teólogo Harvey Cox en la conferencia que pronunció ayer en la parroquia de Santo Tomás de Aquino, de la Ciudad Universitaria, con asistencia de unas 2.000 personas, dentro del ciclo Fe e Ideología.

Harvey Cox (Pensilvania, 1929) es un pionero de la secularización de la teología, que ha dado lugar a corrientes como la teología de la, muerte de Dios o la teología política. En la actualidad se dedica a la revalorización de las expresiones populares. Entre sus obras figuran La ciudad secular (1965), No lo dejeis a la serpiente (1967), La fiesta de los locos (1971), La seducción del espíritu (1973) y Vuelta al Este (1977).Comenzó su conferencia sobre Cristianismo e ideología en la sociedad moderna con la frase «la religión es el corazón de un mundo sin corazón», de Marx, «uno de los principales críticos de la función ideológica de la religión», frase más esperanzadora que «la religión es el opio del pueblo».

La crítica de la religión, según Cox, es parte de la teología que no se basa en Marx, sino en la Biblia misma; incluso es posible que Marx haya heredado su perspectiva crítica de la tradición profética.

«La teología puede ver la religión como un significado válido y profundo del fenómeno humano. Harvey Cox Sólo después de esta etapa inicial de la comprensión crítica debe la teología seguir hacia el criticismo crítico y esto va dirigido no hacia la expresión religiosa misma, sino hacia la condición que puede ser alienación, oposición o afirmación. Lo que la teología tiene que criticar críticamente son las causas subyacentes de la miseria humana; ha de considerar a la religión como el corazón de un mundo sin corazón. Este profundo criticismo crítico se moverá teológicamente de forma inevitable hacia la crítica de las estructuras sociales y políticas que. son el causante del dolor humano »

Como causas de la alienación resaltó la competencia, que produce la búsqueda de afecto familiar en la religión; la mentalidad acomodaticia, que produce el deseo de experiencias directas y no mediatizadas; y el consumismo, que crea una necesidad opuesta para la disciplina y el propio sacrificio.

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