El padre del "milagro"
Ludwig Erhard, economista y político alemán, canciller de la República Federal de Alemania entre 1963 y 1966, nació en Fürth (Baviera), el 4 de febrero de 1897, en el seno de una familia de origen campesino. Se incorporó al ejército imperial en 1916 y resultó seriamente herido en Ypres, lo cual le supuso una cierta incapacidad física para el resto de su vida y le impidió dedicarse a los negocios agrícolas familiares. Hizo estudios de Economía y Sociología.En 1926 se graduó en la Universidad de Francfort del Main. Durante un largo periodo de tiempo trabajó en un organismo oficial de investigación de mercados, el Institut für Wirtschaftbeobachtung, del cual llegó a ser director. En 1942, y ante sus reiteradas negativas a colaborar con el Gobierno nazi, fue cesado en su puesto, Entonces fundó su propia empresa de investigación de mercados, el Institut für Industrieforschung, que dirigió hasta 1945. Previendo la inminente derrota del Eje, Erhard elaboró un programa de reconstrucción económica de signo liberal cuya paternidad, afortunadamente para él, nunca se le pudo atribuir.
Al acabar la guerra, en la primavera de 1945, los aliados le eligen, como uno de los pocos economistas no contaminados por el nazismo, para trabajar en la reconstrucción económica del país. A partir de entonces fue asesor del Gobierno militar y más adelante ministro de Economía en el primer Gobierno de Baviera. En 1946, a causa de ciertas actividades económicas poco claras de algunos de sus colaboradores, tuvo que abandonar el cargo y volvió a dedicarse a sus actividades de investigación de mercado y de planificación económica. En junio de 1948, al producirse el colapso de la economía alemana, Erhard, que, como asesor económico de las fuerzas aliadas, tenía plenos poderes en todo lo referente a planificación económica y política de precios, decidió unilateralmente la supresión del racionamiento y el control de precios, medida que después de los lógicos desajustes iniciales produjo una rápida activación de la economía.
Elegido miembro del Bundestag -Cámara Baja- por la Democracia Cristiana en agosto de 1949, fue nombrado ministro de Economía en el primer Gobierno de la República Federal de Alemania, presidido por el canciller Adenauer, en septiembre de 1949. Asimismo, fue nombrado en 1952 gobernador alemán del Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo.
A lo largo de sus catorce años como ministro de Economía y debido en buena medida a la política económica por él propugnada, que le hizo merecer el calificativo de «padre del milagro alemán», la República Federal de Alemania llegó a convertirse en la segunda potencia industrial del mundo. Las exportaciones crecieron en un 700 %, desapareció prácticamente el desempleo y el marco alemán se convirtió en una de las monedas más estables del mundo. En 1957 fue nombrado vicecanciller de la República, con lo que se reconocía su gran popularidad y su incesante batallar dentro de su partido, a pesar de su poco interés por escalar cotas más altas. Fue, asimismo, nombrado miembro del Consejo de Ministros de la Comunidad Económica Europea.
En abril de 1963, Adenauer fue obligado a dimitir y Erhard será elegido canciller en otoño de ese mismo año, con la oposición de Adenauer., por 159 votos a favor, 47 en contra y diecinueve abstenciones. La oposición de Adenauer a Erhard se había demostrado antes, cuando, en 1959, Adenauer renunció a presentarse como candidato para la presidencia de la RFA y ceder a Erhard el puesto de canciller a pesar de que este contaba para ello con un apoyo del 60% de la población. Adenauer mantenía que Erhard no estaba preparado para dirigir un Gobierno.
En materia de política internacional, Erhard propugnó la intensificación de los lazos de amistad y cooperación con Estados Unidos y Gran Bretaña. Afirmó asimismo su intención de mantener buenas relaciones Con Francia, aunque siempre rechazó la política de De Gaulle de «independencia continental» (ya en enero de 1963 Erhard se había opuesto al veto de De Gaulle a Gran Bretaña para su incorporación a la CEE); Adenauer, tácitamente, lo había aprobado.
Se opuso, asimismo, a De Gaulle en julio del 64, cuando éste, apoya do en la facción pro Adenauer, intentó presionar a Erhard para rechazar el liderazgo norteamericano y apoyar a Francia como potencia nuclear independiente a la cabeza de una Europa unida y autóno ma. En cuanto a la Unión Soviética, fue partidario de mantener con ella las mejores relaciones, siempre que no fuera a expensas de la reunificación alemana, objetivo último de su política. Ciertas rivalidades en el interior de su partido, CDU, y problemas presupuestarios desencadenaron una crisis ininisterial que le llevó a dimitir el 30 de noviembre de 1966. Fue reemplazado por K.Kiesinger. Posteriormente, el 23 de mayo de 1967, sería nombrado presidente de la Unión Cristiano Demócrata y más adelante presidente honorario vitalicio de este partido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.