"No puede abdicarse cuando no se ha reinado"
«No puede abdicarse cuando no se ha reinado. Simplemente, detento un derecho histórico. Eso es todo», responde SAR el Conde de Barcelona a las preguntas del redactor de Point de Vue-Images, revista que publica un extenso reportaje con portada a color, acerca de los padres de los Monarcas españoles. SAR don Juan de Borbón y Battenberg, tras responder que no ha lugar a su abdicación, responde de modo semejante a la pregunta de si había aceptado el nombramiento de don Felipe como Príncipe de Asturias: «No tenía por qué aceptarlo o no. Se trata de una decisión normal.»
El Conde de Barcelona habla también de aquello que guía su existencia, «Me es muy difícil hacer proyectos. Contemplo solamente el porvenir muy próximo. Lo que me guía, es mi amor a España y mi pasión por la política. No he obrado jamás por ambición. Simplemente, he creído siempre que uno estaba condicionado por su nacimiento y que debía de realizar su misión.»A la pregunta de si mantiene todavía una casa o un secretariado político, el padre del Rey responde: «No. No debo de estorbar a mi hijo. Tengo, sencillamente, en torno mío, a algunos fieles como el duque de Alburquerque, grande de España, apasionado por la equitación, el marqués de Casasola, mi intendente, el señor Salazar, al señor Caro .... pero sigo todos los acontecimientos muy de cerca. Todos los días leo la mayoría de los diarios españoles además del New York Times, el Telegraph, el Sunday Times, de Londres; Le Monde, Le Figaro, de París. Muchos amigos vienen a informarme y charlo, de viva voz o por teléfono, con mi hijo.»
Epoca preferida
Tras explicar que le gustaría, naturalmente, residir en España, don Juan precisa que el tiempo no le apremia, habla de sus hobbies deportivos, entre los cuales, a los ya conocidos de vela, equitación, caza, y otros, añade estar en posesión de varias horas de vuelo en aviones de turismo. Don Juan prefiere, como época de la historia de España, la del Siglo de Oro, «pero también el reinado de Carlos III, en el siglo XVIII; es una época en la que se realizaron grandes progresos. El hijo de Felipe V fue la encarnación en España del despotismo ilustrado, influenciado por los enciclopedistas franceses. Reformó las finanzas, acudió en ayuda de la agricultura y del comercio, creó las escuelas militares y embelleció Madrid.»Niega el propósito de escribir un día sus memorias, en las que «o se dice la verdad y no es siemprú agradable de leer, o uno intentajustificarse: he recorrido las memorias de Gil-Robles sobre los últimos años de la monarquía y la guerra civil, y no he visto los acontecimientos en absoluto así. » Don Juan rehúsa enjuiciar el porvenir de España, asegurando que nada hay peor que ser profeta. Preguntado, por último, por su juicio sobre la acción del Rey de; España, y si piensa que va demasiado de prisa, quemando etapas, el Conde de Barcelona, concluye: « Las cosas se hacen o no se hacen. La Monarquía debla de iniciar la tarea de reccInciliación, ya que constituye un punto de reunión. España ha sido hecha en torno a la Corona.»
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