El PCE propone un moderado plan de saneamiento político
Moderación tranquilizante fue el denominador común de intervención de Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España (PCE), que presentó el programa económica de su grupo en la penúltima sesión de la semana informativa organizada por el Instituto Español de Analistas de Inversiones. Intención tranquilizadora que llevó, incluso, al líder del PCE a asegura cí n ra que su partido no alcanzarla el Gobierno por ahora, por lo que nadie debía asustarse. En el coloquio también intervino Ramón Tamames miembro de la ejecutiva. Anteriormente, los representantes de centro-izquierda también presentaron sus criterios económicos ante las próximas elecciones.
En síntesis, el programa económico del único grupo comunista legalizado defiende la perpetuación de la economía de mercado -existe en todos los países, incluso los socialistas, diría Carrillo- en una primera y dilatada etapa de tránsito hacia el socialismo, en la que los medios de producción pasarán a manos del Estado, la nacionalidad o el municipio. No quedaría claro -a pesar de las múltiples preguntas al respecto- la incentivación de la actividad inversora en la etapa de tránsito ante las perspectivas de una posterior colectivización de los instrumentos productivos.Antes que una política de austeridad, el PCE propone una de responsabilidad nacional a través de un acuerdo entre todas las fuerzas políticas democráticas presentes en el Parlamento tras las elecciones. Esta política debería alcanzar el consenso o, al menos, la confianza mayoritaria de la sociedad, a través de un perceptible reparto equitativo de las cargas.
Los aspectos concretos pueden resumirse en: saneamiento fiscal, ingreso en la CEE, defensa de la pequeña y mediana empresa, lucha contra el paro y dotación de un seguro eficaz contra él, elevación del salario mínimo y defensa del poder adquisitivo de las rentas del trabajo, utilización racional de la capacidad industrial, control de la utilización del suelo urbano y urbanizable, mayor control del Banco de España sobre la banca privada, controlar el crédito y promover la inversión extranjera.
En suma, una absoluta intención de sanear la economía de mercado, aunquesin renunciar al fin último de su socialización.
Los socialdemócratas preconizan austeridad
Por parte del Centro Izquierda, estuvieron presentes Manuel Murillo -PSOE histórico-, Antonio García López -PSDE- y José Ramón Lasúen -FSD-, aunque sólo este último aportó un esbozo de programa de actuación económica para el futuro. También intervino Manuel Cantarer -RSE-, aunque su exposició distó mucho del objetivo de la semana informativa.
Lasúen propugnó la necesidad de establecer un drástico plan de estabilización ante la crítica situación de la economía, ya que considera inviable el establecimiento de un pacto social. La única condición inexcusable de la propugnada austeridad sería el equitativo reparto de la carga y un sistema de información veraz sobre evolución de la coyuntura económica. Este plan de estabilización estaría integrado por medidas tales como congelación de precios y salarios, reducción de déficit del gasto público, incremento de los impuestos -no es necesaria la reforma fiscal-, tipificando el fraude como delito en e Código Penal; incremento de lo aranceles, establecimiento de depósito previo a la importación prioridad a las inversiones genera doras de empleo, reestructuración de la estructura financiera, establecer mecanismos del reciclaje para los petrodólares y facilita proyectos de inversión directa, e un intento de mejorar el desequilibrio de la balanza de pagos, y, finalmente, establecer una política laboral y empresarial con criterio de libertad de huelga y lock-out, contratación y despido y reforzamiento del crédito personal.
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