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Reportaje:

La ampliación de la Casa de Campo puede encubrir una enorme operación especulativa

Dos millones cuatrocientos mil metros cúbicos de edificación van a ser construidos en la denominada zona de ampliación de la Casa de Campo de Madrid, en demarcaciones pertenecientes a las localidades de Húmera, Pozuelo de Alarcón y Somosaguas, según informaron a EL PAIS fuentes de la Asociación de Vecinos de Pozuelo de Alarcón. La actuación sobre el área podría generar una plusvalía superior a los 15.000 millones de pesetas, lo cual supondría teóricamente la operación especulativa más importante de cuantas en este momento se realizan en Europa.Tal proyecto está incluido en el denominado Plan de Ampliación de la Casa de Campo, aprobado por Coplaco en octubre de 1975 e incipientemente comenzado a poner en marcha en la construcción de un centro empresarial dentro de la demarcación de Pozuelo. Sobre esta zona acaban de instalarse las primeras excavadoras y el bullicio de hombres y máquinas en tomo al área presagia la inmediata entrada en fuego del proyecto, cuya envergadura podría suponer, según las fuentes vecinales consultadas por EL PAIS, una operación similar a la de trasladar Collado Villalba al casco de Pozuelo de Alarcón.

La ampliación en jardines parficulares

Según los cálculos estimados por el gabinete técnico asesor de la Asociación de Vecinos de Pozuelo -cuya directiva acaba de ser remozada tras la elección de otra nueva- el plan significa la construcción de una cadena de bloques de tres y cuatro alturas a lo largo de las 77 hectáreas destinadas a edificación, además de otras dos hectáreas que serán empleadas para edificar viviendas unifamiliares. Cien hectáreas más se emplearían para la construcción de viales, otro tanto en jardines privados de los futuros habitantes, y el resto hasta 530 hectáreas, constituiría la dote verde que Pozuelo de Alarcón donaría -sin haber sido consultado de forma alguna- a la Casa de Campo de Madrid, sobre terrenos de paso, cañadas y enclaves sin valor, según establecen los directivos consultados o, lo que es peor, en jardincitos particulares que los madrileños no disfrutarán.Aproximadamente, a raíz de los cálculos que se barajan, el número de viviendas que podría quedar edificado tras la ejecución del plan oscilaría alrededor de 8.000. Una estimación que situará entre cuatro y seis el número de habitantes de cada vivienda supondría la adición de casi 50.000 habitantes más a Pozuelo de Alarcón, cuyas dotaciones se encuentran totalmente exangües a consecuencia del poblamiento irracional que padece.

Pozuelo de Alarcón tiene actualmente 37.000 habitantes censados, cifra que resulta realmente superior. Además, cuenta con una población escolar flotante cifrada en más de 15.000 niños y adolescentes, con dieciséis colegios privados cuyos emolumentos se sitúan entre los más elevados de Madrid.

Pensado para albergar una población notablemente menor, Pozuelo de Alarcón podría albergar con holgura 8.000 personas, a tenor de su dotación infraestructural, pero todo aquello que supere este nivel se convierte en un peligro para la calidad de vida de los pozueleños, objetivamente hacinados ya en una localidad donde existen graves problemas en el abastecimiento de agua, en el equipamiento sanitario, en el tráfico automovilístico y en el alcantarillado y alumbrado, entre otros aspectos. Además, las dotaciones de otro tipo -culturales, recreativas, juveniles...- apenas existen. Se da el caso -nos dice un maestro domiciliado en Pozuelo de Alarcón- que la biblioteca pública está convertida en tendedero de la tenencia de alcaldía del barrio de la Estación, junto al ferrocarril. Los dos cines que existían hasta hace poco han desparecido como tales y sus solares se destinan a otros cometidos.

Según todos los argumentos esgrimidos por los directivos de la Asociación de Vecinos, la adición de los 50.000 habitantes a Pozuelo va a significar un daño irreparable a esta localidad y a Madrid, pese a que el plan se haya denominado de ampliación de la Casa de Campo. Los mismos testimonios apuntan hacia la culminación de una enorme operación especulativa, donde tres inmobiliarias, Unión Española de Explosivos, Urbanizadora de la Casa de Campo y Urbis resultarían excelentemente beneficiadas, ya que el casi millón de metros cuadrados actuado mediante la edificación, a un promedio de 40.000 pesetas par metro cuadrado, generaría una plusvalía bruta aledaña a los 15.000 millones de pesetas.

Es de destacar el hecho de que hoy en Pozuelo de Alarcón una vivienda unifamiliar de 150 metros cuadrados se vende a una cifra muy cercana a los siete millones de pesetas.

Daños Irreversibles

Todo eIlo hace pensar a los responsables asociativos que de seguir adelante el plan se truncaría definitivamente la posibilidad de mantener gran parte del noroeste de Madrid invulnerado, o al menos sólo parcialmente dañado, por el superhacinamiento, la supercontaminación y el deterioro dramático de las condiciones de habitabilidad en este cono del límite de la ciudad, zona de paso obligado del viento que desde la sierra oxigena la ciudad.Según las transcripciones realizadas por un arquitecto que asesora a la Asociación de Vecinos de Pozuelo la superficie que se va a construir ocuparía un macizado equivalente al de veinte campos de fútbol seguidos, con veinte metros de altura y una notable superficie aledaña invalidada para cualquier uso.Es destacable además que, la edificación no sólo, quebraría el perfil despejado de la Casa de Campo -observada desde Madrid, los dientes de las construcciones asomarían desde cualquier ángulo de contemplación-, sino que también se frenaría el área de expansión ecológica natural de la Casa de Campo, mediante una muralla que frustraría rotundamente la alimentación expansiva de la masa forestal.

En cierta medida, la edificación de las 8.000 viviendas -en el espacio que ocuparían trescientos chalets medios- comportaría asimismo la enajenación atmosférica de una franja más de la Casa de Campo, muy dañada ya en su flanco suroeste por el área de influencia de la carretera de Extremadura, contaminada grandemente. Tampoco se libraría el tráfico automovilístico por la carrera de La Coruña.

Hoy, el colapso de la masa automovilística afluyente desde la periferia a la ciudad se aprecia sobre el caos que ya amenaza la zona de Princesa y Arco de Triunfo. El hacinamiento de vehículos en estos polos, un hecho complejo hoy, se convertiría en un nuevo quebradero de cabeza para los responsables de la ordenación del tráfico en el área, que contemplarían con muy pocas posibilidades de solución -de no realizarse obras de infraestructura costosísimas- la afluencia de varias decenas de miles de vehículos más por esta vía del norte madrileño, cuya alternativa única sería el tránsito por la Casa de Campo, con una irreversible desfoliación y degradación de su masa arbórea dado el caudal de vehículos que la cruzarían.

Por todo ello, los responsables vecinales de Pozuelo de Alarcón solicitan que se abra una campaña o proceso de información públicos donde los dirigentes municipales informen al vecindario del alcance y del actual nivel del plan de ampliación de la Casa de Campo, aprobado en el mes de octubre de 1975 con una celeridad que no ha dado tiempo de analizarlo ni de participar a los grupos de población que, con certeza, se van a ver afectados por su ejecución.

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