El primer ministro francés presentó ante la Asamblea su "Plan económico-bis"

La mayoría gubernamental francesa, compuesta por los llamados «giscardistas», y los gauilistas de Jacques Chirac, responderá favorablemente al voto de confianza solicitado ayer por el primer ministro, Raymond Barre, al presentar en la Asamblea Nacional el denominado Plan Barre bis. Las nuevas medidas económicas afectan a la familia numerosa, a los ancianos y al empleo. El Gobierno piensa, con ello, llegar en «buenas condiciones» a las elecciones legislativas. La oposición y los sindicatos estimaron que el Plan bis es una prueba de «imprevisión» y, como muchos observadores, lo calificaron de «electorista».

El Plan bis, forzado por el fracaso electoral de la mayoría en las últimas elecciones municipales, se proyecta sobre tres categorías sociales (familias, ancianos y jóvenes sin empleo) que, de aquí a las legislativas, pudiesen «sensibilizarse» electoralmente.Política familiar: serán aumentados los subsidios familiares en un 10,2 %, y las mujeres embarazadas gozarán de vacaciones durante dos años. Ancianos: sus pensiones aumentarán hasta 10.000 francos (140,000 pesetas) al año a partir del próximo julio y, en diciembre, subirán mil francos más. Empleo: las empresas que contraten a jóvenes de menos de veinticinco años serán subvencionadas con el 35% de las cargas sociales correspondientes a los sueldos de estos jóvenes, se facilitarán las jubilaciones antes de los 65 años, diversos servicios de la Administración pública crearán 20.000 empleos, y a los jóvenes que sigan cursos de formación profesional el Estado les pagará el 90 % del salario mínimo interprofesional: el Estado también ofrecerá primas para favorecer la «movilidad geográfica», es decir, ayudará económicamente a quienes busquen trabajo fuera de su lugar habitual de residencia. Un capítulo de estas medidas afecta a los trabajadores extranjeros, a quienes se les ofrece una prima de 10.000 francos (140.000 pesetas) si deciden volver a su país de origen. En algunos medios sindicales se piensa que, indirectamente, el Gobierno incita a los patronos a licenciar, con preferencia, á la mano de obra extranjera: «los inmigrados serán los paganos, de este nuevo Plan Barre», nos declaró un líder sindicalista.

Para financiar esta serie de medidas, el Gobierno piensa solicitar un préstamo y, por otra parte, con tal fin aumentará el precio de los carburantes, empezando por el de la gasolina.

El primer ministro presentó este lan ayer, a media tarde, en la Asamblea Nacional y, como no lo había hecho el pasado mes de septiembre, al lanzar su célebre Plan Barre, solicitó la confianza del Parlamento. A pesar de que oficalmente se llama « Plan para doce meses» (lo que falta para las legislativas), Barre considera que las medidas anunciadas no tienen nada que ver con las elecciones y están destinadas a conseguir más justicia, al mismo tiempo que reforzarán la lucha contra la inflación.

El debate reglamentario empezó con la intervención del líder socialista, Francois Mitterrand, que vio en este segundo Plan la prueba «del fracaso del primero». Como ya lo anunció Mitterrand, la oposición votará contra el Gobierno. Los gaullistas habían negociado con el primer ministro que el voto de confianza se refería únicamente a este Plan bis presentado ayer. En efecto, el señor Labbe, presidente de su grupo parlamentario anuncio ayer en la Asamblea que el RPR gaullista participaría favorablemente, pero «deseamos conservar nuestra personalidad», acusando al mismo tiempo al Gobierno, «por la falta de un proyecto nacional más amplio» que el presentado por el primer ministro. Las primeras reacciones de los sindicatos, incluso de los moderados, como «Fuerza Obrera», fueron negativas, por considerar «insuficientes» las medidas anunciadas. La huelga nacional en los servicios públicos mañana jueves, será la primera respuesta de las centrales obreras.