Desaire de los cristiano-demócratas al canciller Helmut Schmidt
La oposición democristiana ha presentado en el Parlamento federal alemán dos proyectos de ley destinados a combatir el extremismo político. Casi a la misma hora el canciller Helmuth Schmidt se reunía con representantes de todos los partidos para analizar el fenómeno del terrorismo. Los líderes de la Democracia Cristiana, Kohl y Strauss, rechazaron previamente la invitación.
A pesar del desaire de los líderes democristianos, el canciller ha extendido una nueva invitación. para el próximo mes de mayo.En cuanto a los dos proyectos de ley presentados por la oposición, ya fueron esbozados por Helmut Kohl durante el debate parlamentario convocado tras la muerte del fiscal Buback. Según el portavoz de la Unión Cristianodemócrata, Vogel, ésta espera qué el Gobierno sea razonable y acepte cooperar en la aprobación de los nuevos instrumentos legales.
La Democracia Cristiana pide, en sustancia, que se incrementen las penas a los delitos con motivación política, que se controle el derecho de reunión y manifestación, que se vigilen las conversaciones de los abogados y de los detenidos cuando se sospeche que éstos pueden trazar planes para actividades en el exterior. El Gobierno, por su parte, insiste en que no es necesario recrudecer las leyes actuales bajo pretexto de «amenazas terroristas».
Aparte del tira y afloja sobre estos proyectos de ley, el sector conservador alemán incide sobre las fuerzas de policía para que éstas reclamen una nueva estructura corporativa. El presidente de la Asociación Federal de Funcionarios de la Criminal, Grunert, ha pedido. a este respecto que la policía se con vierta en una especie de «FBI alemán», con carácter único para toda la Federación. El mismo dice: que estaría dispuesto a crear este cuerpo en menos de medio año, lo que parece indicar que, de hecho, la policía actúa ya unitariamente en todo el país. Según él, la dotación de este organismo supondría un presupuesto de diez millones de marcos alemanes (unos trescientos millones de pesetas), y contaría con un total de 22.000 hombres. De aceptarse esta propuesta, Alemania Occidental perdería su carácter federativo en un sector tan importante como el del control policial sobre, las actividades de los ciudadanos, puesto que uno de los cometidos principales del «:FBI alemán» sería el de la «prevención del terrorismo».
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