La familia real, con la Armada, en Cartagena
Ayer, los Reyes, junto a su hija, la infanta Cristina, visitaron la base naval de Cartagena. Llegaron en helicóptero, aterrizando en el campo de deportes del arsenal militar.Al pie del aparato fueron recibidos por el ministro de Marina, almirante Pery; capitán general de la Zona Marítima del Mediterráneo, almirante Elizalde, y por el capitán general de la Tercera Región Militar, general Taix Planas.
Don Juan y doña Sofía subieron a un podium, donde escucharon el himno nacional, tras lo cual saludaron a las primeras autoridades provinciales y locales, tanto civiles y militares como eclesiásticas, pasando revista a continuación a la unidad de Infantería de Marina que les había rendido honores. En este momento, un grupo de obreros de la construcción, aproximadamente unos cincuenta, que trabajaban cerca, rompió el protocolo y dio la mano a los Reyes, que manifestaron gran satisfacción con este acto espontáneo.
La familia real, acompañada del ministro de Marina y capitán general de la Zona Marítima, embarcó en el submarino Cosme Conesa, tipo Guppy americano, y navegó unas dos millas, para reunirse con dos submarinos del mismo tipo, y otros dos tipo Dafne, para realizar una maniobra de inmersión.
Al regreso de la operación, el rey Juan Carlos descubrió, en la Escuela de Submarinos, una lápida que conmemora esta visita, y acto seguido, en la explanada de la misma base, recibió el distintivo de submarinista de la Armada.
A las 13,30, en la plaza de armas del arsenal, se reunió con todos los jefes y oficiales de la zona, que le cumplimentaron. Entretanto, la Reina y la infanta Cristina visitaron el club de jefes y oficiales de Tentegorra.
Más tarde, les fue ofrecido un almuerzo en el palacio de Capitanía, al término del cual se trasladaron a los astilleros de la Empresa Nacional Bazán, para asistir a la ceremonia de botadura de la corbeta que lleva el nombre de la infanta Cristina, madrina del acto. Esta corbeta pertenece a la serie de la Infanta Elena, puesta a flote meses atrás. Pasadas las seis de la tarde, se despidieron de los asistentes. regresando a Madrid.
