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Paralizado el servicio de la compañía Iberia

Los servicios nacionales e internacionales de Iberia quedaron paralizados a primeras horas de la tarde de ayer, como consecuencia de la huelga iniciada por los 15.600 trabajadores que componen la plantilla de tierra de la compañía. Por tal motivo, miles de viajeros permanecían aglomerados en el aeropuerto de Barajas, bastante irritados por la suspensión, sin previo aviso, de todos los vuelos. Muchos pasajeros se vieron obligados a realizar el trayecto a provincias en taxi o aerotaxi, mientras los restantes permanecían a la espera de que la compañía presentara alguna solución. Sin embargo, hasta última hora de la noche de ayer, la dirección de Iberia no se pronunció al respecto.Entre las personalidades afectadas por la huelga se encontraba el ex primer ministro británico Edward Heat, que llegó al aeropuerto alrededor de las cinco de la tarde para regresar a su país en un vuelo de Iberia. Tuvo que esperar hasta las ocho, en que tomó un avión de la British Airways. También el secretario de Alianza Popular, Manuel Fraga, hubo de esperar más de una hora para poder desplazarse hasta Barcelona en un vuelo charter de la compañía Aviaco, a donde se dirigía para presentar la línea política de su partido.

La causa que ha motivado la huelga ha sido la ruptura, producida el pasado domingo, de las deliberaciones entre la empresa y los trabajadores para la firma del convenio colectivo. Ambas partes, no llegaron a un acuerdo, debido principalmente a la discrepancia de criterios en la duración del convenio. La empresa proponía dos años de vigencia, mientras que los trabajadores exigen que ésta sea de veinte meses, al objeto de negociar el convenio próximo conjuntamente con el personal de vuelo. Las ventajas de la negociación conjunta son, según fuentes laborales, de orden económico y social, pues los empleados de vuelo gozan de una serie de privilegios «discriminatorios», a su juicio, para el resto de la plantilla.

La huelga no es cuestión salarial

El conflicto no se ha producido por falta de acuerdo en la subida salarial. Los trabajadores solicitan 10.000 pesetas de aumento lineal, y la empresa ha ofrecido 8.500, cantidad que parece justa a los miembros de la comisión deliberadora.

Sin embargo, la reivindicación más importante, en opinión de los representantes laborales, es la participación, tanto financiera corno económica, en la gestión de la compañía. Los trabajadores aspiran a crear comisiones paritarias en igualdad de oportunidades con la empresa para intervenir en todo lo relacionado con la clasificación profesional, retribuciones, reestructuración de plantillas, turnos y horas extras, así como en el destino de las inversiones, ingresos, pérdidas y apertura de mercados. La compañía, por su parte, parece dispuesta a ceder en la cogestión laboral, pero no en la económica.

Miembros de la comisión negociadora estatal manifestaron a EL PAIS que si la empresa accediera a la vigencia del convenio solicitada por la parte social y a la revisión semestral de acuerdo con el coste de la vida, los trabajadores volverían al trabajo.

A última hora de la tarde, la comisión deliberadora se entrevistó con el ministro de Relaciones Sindicales, Enrique de la Mata, quien les comunicó que realizará con toda urgencia las gestiones necesarias para poner fin al conflicto.

La huelga afecta a todas las dependencias de Madrid (10.000 trabajadores) y a las delegaciones de Las Palmas, Tenerife, Málaga y Sevilla. En Barcelona se registraba total normalidad en los vuelos a última hora de la noche de ayer, tras varias horas de paro.

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