Posible visita a España de López Portillo en octubre

El viaje previsto del presidente de México, José López Portillo, a España no se realizará antes de septiembre. Así lo estiman fuentes generalmente bien informadas que atribuyen al mandatario mexicano la intención de inaugurar personalmente la gran feria de muestras « México 77», que se abrirá a finales de dicho mes en el recinto de la Feria Nacional del Campo de Madrid. La visita oficial del rey Juan Carlos a este país se efectuaría pocas semanas más tarde, quizá en el mismo mes de octubre, cuando se inaugure aquí la correspondiente feria española, para la que se ha elegido como marco el famoso «Poliforum Siqueiros».

Se había afirmado que al presidente López Portillo le hubiera gustado estar en España a principios de julio, para poder asistir en Pamplona a las fiestas de San Fermín, pero probablemente las tareas que desde ahora hasta finales de verano tiene que desarrollar el jefe del Estado son tantas y tan delicadas, que quizá ha preferido dejar bien atados los cabos antes de emprender el viaje.

Porque, en efecto, empeñado como está el presidente López Portillo en aplicar en su país una reforma política, es fácil discernir que tamaña empresa quizá no se producirá sin convulsiones, sobre todo coincidiendo con la necesidad de una reforma de la economía deteriorada de la que están padeciendo las clases más modestas de México.

Ayer, en Veracruz, donde se conmemora la gesta de la defensa de dicho puerto contra la intervención norteamericana de abril de 1914, el presidente mexicano hizo un llamamiento a la nación, para que tomara conciencia del significado de los acontecimientos de 1968 y para que se procediera a su liquidación.

«Ventilemos de una vez todos los sucesos de 1968, expliquémoslos como crisis de conciencia. Cobremos conciencia de nuestra crisis y busquemos en esta crisis, mediante una inteligente colaboración y alianza, las, salidas nacionales frente a un mundo desorganizado», propuso el presidente López Portillo.

Críticas a Díaz Ordaz

Salió el jefe del Estado en defensa del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz, cuyo nombramiento y como embajador en España ha provocado una serie de críticas, imputándosele la responsabilidad de los sucesos de Tlatelolco, en octubre de dicho año. Afirmó López Portillo que Díaz Ordaz estaba obligado a salvar la estructura del poder, pero añadió que sería simplista imputar lo sucedido a un solo personaje, ya que todos aquellos acontecimientos formaron parte de un amplio contexto histórico que comenzó al plantearse el problema de fondo la juventud francesa, lo que luego repercutió en otros países.Explicó después López Portillo que Díaz Ordaz transmitió a Echevarría la estructura del poder tal y como la había salvado.