El presidente sirio pide en Moscú ayuda económica y militar

Dos semanas después del viaje del presidente Sadat de Egipto a Estados Unidos, el presidente Assad de Siria se ha trasladado a Moscú, por motivos parecidos a los del anterior. Assad se propone pedir ayuda militar y económica a cambio de ciertas explicaciones Sadat tuvo que dar las razones, por las cuales mantiene su ayuda a los palestinos y Assad tendrá que decir qué le movió realmente a ponerse de parte de las fuerzas reaccionarias libanesas, y en contra de los palestinos. Esto, al menos, esperan en Moscú. Hace tres años, con ocasión del último viaje de Assad a la URSS, el Kremlin propuso al presidente sirio el establecimiento de un acuerdo de amistad y de asistencia armada similar al suscrito con Irak. Desde entonces las cosas han cambiado mucho, pero no tanto que no pueda restaurarse la amistad entre los soviéticos, por un, lado, y los egipcios y sirios por otro. A Moscú, le gustaría regresar al sistema de pactos con los dos países árabes más recalcitrantes, que ahora parecen decepcionados de sus veleidades con los norteamericanos. Assad quiere comprar armas soviéticas, como hace dos semanas Sadat quería armas americanas. Este no pudo conseguirlas, por resistencia del presidente Carter. Assad puede tener Triás fortuna, a cambio de no ejercer más presiones sobre los palestinos. so pretexto de «intervención pacificadora» en el Líbano. Como en Egipto, también en Siria hay en marcha un proyecto de gran presa, al estilo de la de Assuan, y se piensa también en una presencia técnica y financiera de Moscú. La «política de los saltos de agua» cobra nuevo interés en Oriente Próximo, lo. que Ilevado hasta sus últimas consecuencias, equivaldría a un nuevo compromiso soviético en el mundo árabe, un mes antes de las elecciones en Israel, y un mes después de que Moscú deja se traslucir una nueva visión de su Política respecto de Te¡ Aviv. En el bloque socialista se califica la visita de Assad como un paso trascendental para la conferencia de la paz en Ginebra, y sobre todo, para la asunción por Moscú de un claro papel mediador en la crisis del Mediterráneo Orienta] y aledaños. Incluso se insinúa que esta visita representaría también un intento mediador de Assad en favor de Egipto, muy interesado otra vez en una aproximación a la URSS, una vez Sirla se reconcilie plenamente con la Unión Soviética. En este sentido se ha interpretado el mensaje recibido el viernes,por el presidente sirlo, suscrito por su colega egipcio.