Los «teléfonos de la esperanza» se querellan por calumnia
Los teléfonos de la esperanza, han iniciado acciones legales contra la publicación en una revista de un artículo al que consideran difamatorio y en el que se les acusaba de «vender» hijos para la adopción. El secretario general de la entidad nos ha comunicado que actuarán con la máxima energía contra el artículo de referencia. Al parecer, todo arranca de una deficiente información sobre la Fundación en Defensa de la Vida Humana. Su secretario general, Pedro Madrid, nos ha facilitado la siguiente información para aclarar la situación:«La Fundación Serafín Madrid en Defensa de la Vida Humana fue constituida en octubre de 1976 con los siguientes fines: Prevención del suicidio. Defensa de la vida del concebido. Defensa de la vida, digna y socialmente, respetada, de las madres solteras y de sus hijos. Prevención de la eutanasia. Campaña contra la pena de muerte. Reforma penitenciaria. Prohijamiento de niños huérfanos o abandonados. Mentalización contra la violencia, el terrorismo y la tortura, así como las prácticas inhumanas y degradantes de cualquier tipo. Difusión de las ideas y escritos de las grandes figuras universales de la no violencia.
El Centro en Defensa de la Vida Humana de Madrid -que pronto se verá multiplicado por otros centros similares en todas las regiones españolas- realiza desde hace dos años una labor práctica de apoyo a las madres solteras y a sus hijos. El centro consta de una línea telefónica permanente de urgencia; de un servicio de orientación gratuito, para asesoría de solteras embarazadas y madres solteras, en los aspectos legales, sicológicos, laborales, asistenciales, morales, médicos y siquiátricos; de una residencia familiar, en régimen de libertad, para solteras embarazadas, y de una casa-cuna laboral, exclusiva para solteras que acepten su maternidad, con objeto de cuidar a los niños durante la jornada de trabajo de las madres.
Dadas las facilidades aportadas por la asociación, la mayoría de las solteras embarazadas que han acudido a la misma han optado por aceptar su maternidad en plenitud. En los pocos casos en que han preferido la adopción, ésta ha sido tramitada con respeto escrupuloso de la normativa legal y sin aceptarse, directa ni indirectamente, prestación económica alguna. Cualquier información en sentido contrario supone una gravísima imputación calumniosa.
Frente al sensacionalismo histérico e interesado, la irracionalidad y los mercaderes de la muerte, entendemos como deber de ética y de elegancia espiritual reafirmar, de forma tan serena como firme, nuestro propósito de avanzar en la gran campaña en, favor de la vida y de la dignidad humana. Propósito urgente en unos momentos en que ya son descaradas las maniobras que sistemáticamente pretenden desprestigiar a las iniciativas respetuosas con la existencia de los seres humanos desde la concepción hasta la muerte natural.
Por solidaridad humana, y pese a quien pese, los teléfonos de la asociación seguirán prestando su testimonio de esperanza y de fraternidad a cuantos entienden lo que significan tales palabras.»
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