La legalización es una prueba de que Madrid quiere la democracia

La legalización de los comunistas españoles es otra prueba de que Madrid quiere de verdad una democracia, que España quiere ser de Verdad una democracia y que de las elecciones de junio saldrá un Gobierno capaz de dialogar con la CEE sobre su integración en Europa.

Ese es el resumen de la posición británica con respecto a los últimos acontecimientos españoles. Hasta ahora, las reservas oficiales de Londres se basaban en el criterio de la Oposición española sobre la legalización de los distintos grupos políticos. El Gobierno británico, de acuerdo con el Partido Laborista que representa se negaba a admitir a la democracia española en Europa hasta que nuestros camaradas del PSOE, como dijo en una ocasión Michael Foot, el vicelíder, «no estén satisfechos con lo que ocurre en su país».La legalización del PCE, por otra parte, puede parecer «una especie de tratado de paz con el que se firma el final de la guerra civil», como decía ayer el Times. Para el periódico independiente, la decisión del Gobierno es «más importante por su simbolismo que por elefecto que va a tener en el equilibrio electoral». El Times señala que, en efecto, la legalización de los comunistas «permite que España entre en la comunidad de las naciones democráticas y le garantiza un billete de entrada en la CEE». Este hecho, que «es un triunfo político considerable si se tiene en cuenta que hace poco que murió el general Franco», tendrá sus repercusiones en la propia España dentro de unos días, de acuerdo con el Daily Telegraph, el diario conservador, que asegura que «España está todavía muy convaleciente». El Times recoge ya algunas de esas reacciones contrarias a la legalización, y destaca la de Manuel Fraga, el líder de Alianza Popular.