Frialdad de la de la CEE ante las candidaturas del Mediterráneo

El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Económica Europea (CEE) «acusó ayer recibo de la petición portuguesa de incorporarse a la Comunidad», recordó a Grecia que el proceso de integración helénico al Mercado Común «se realizó en función de sus propios méritos», y aprobó un mandato de negociación para la adaptación del acuerdo España-CEE (véase pág 31). En resumen, lentitud y frialdad entre los nueve de cara entrada de tres nuevos países al club comunitario.

David Owen, ministro británico de Relaciones Exteriores y presidente en funciones del Consejo de la CEE, fue quien precisó que «el Consejo acusó recibo de la petición del Gobierno portugués de adherirse a las Comunidades Europeas» y recordó que así se pone en marcha el proceso previsto en los tratados comunitarios (artículo a-237) y que la Comisión preparará un informe «en colaboración con cada una de las capitales de la CEE y Liboa» antes de iniciar las verdaderas negociaciones. Se trata de la confirmación oficial del si político a Portugal, acompañado de condicionantes y de un análisis preciso y tranquilo de todos los aspectos, económicos, políticos e institucionales, de su futuro ingreso a la CEE.

Aunque es difícil aventurar hipótesis, no hay que esperar el documento de la Comisión para antes de fin de año. Las negociaciones con Lisboa comenzarían, pues, a comienzos de 1978.

Si con Portugal las cosas avanzan lentamente, con los griegos, cuyas negociaciones para la adhesión están ya en marcha desde de 1976, tampoco van mucho mejor. «No tengo la impresión de que la candidatura de España pueda formar el camino de adhesión de Grecia al Mercado Común», declaró a EL PAIS Panayotis Papaligot ministro griego de la Coordinación Económica, que intervino ayer en una sesión ministerial Grecia-CEE.

El ministro griego se guardó toda profecía sobre el calendario de incorporación de Grecia. Los griegos ven frenado su entusiasmo por la carrera hacia Europa. Estamos lejos del optimismo, han manifestado a EL PAIS, en, el verano de 1976, en Atenas, por uno de los consejeros de Papaligouras, que se oponía rotundamente a la perspectiva de globalización y consideraba a Grecia como «décimo" miembro del Mercado Común para enero de 1978.