Recepción

«Confiamos que la vuelta de Irujo sea el símbolo del final de la guerra civil, que sea un signo efectivo de reconciliación para construir el futuro justo y democrático que todos deseamos», afirmaba ayer por la mañana el alcalde accidental de Pamplona, Tomás Caballero, durante la recepción que la Corporación municipal ofreció a Manuel de Irujo.El líder del PNV agradeció el obsequio del Ayuntamiento, un libro sobre los santos Saturnino y Fermín, apóstoles de la antigua Vasconia, añadiendo: «Vengo sin afán de revancha ni de venganza. Por encima de las posturas ideológicas se deben cruzar las manos de la tolerancia y la convivencia. »