"Todas las alternativas políticas deben tratar de restablecer el beneficio empresarial"

«Para cualquier opción política es necesario cambiar con urgencia la tendencia del beneficio empresarial y hacerlo remontar a los niveles anteriores. De él se han alimentado principalmente la inversión y el empleo». En estos términos se expresó el presidente del Banco de Vizcaya, Angel Galíndez, en el discurso que pronunció ante la junta general de accionistas de la entidad, celebrada ayer en Bilbao. El consejero delegado, Enrique Sendagorta, insistió también en «la necesidad de revisión de la política de rentas, que está dejando sin resuello a muchas empresas».

Las referencias a la situación de la empresa, considerando ésta como fuente de riqueza para accionistas, directivos, trabajadores y colectividad, constituyen la parte más original y destacada de los discursos pronunciados en la junta general de Vizcaya.El presidente señaló que los problemas de economía española se han agravado en el último año, aunque la clarificación política sea un elemento positivo. Después de calificar positivamente la reforma política, aludió a las próximas elecciones como momento clave para «unirse, discurrir y actuar». Apuntó más adelante como problema clave el de la inflación, y como obstáculos al desarrollo, la organización y capitalización de la agricultura y la insuficiencia del sector público. Ambos problemas, dijo, exigen una mejora de la gestión tributaria y medidas de reforma fiscal.

En los dos discursos, presidente y consejero delegado se refirieron al tema de la nacionalización, utilizando los argumentos ya esgrimidos por José María Aguirre Gonzalo en la junta del Guipuzcoano, que se basan en el criterio de que una sociedad pluralista no puede existir con un proceso de concentración de poder financiero en manos del Estado.

Ejercicio 1976

Enrique Sendagorta se refirió con amplitud al ejercicio del Banco en 1976, que se caracteriza por los siguientes resultados: Beneficio antes de impuestos, 3.875 millones (aumento del 19,86% respecto a 1975). Los depósitos crecieron en un 18,2%, para situarse al finalizar 1976 en 258.000 millones de pesetas. Las inversiones aumentaron en un 18,7%, para lo cual el Banco mantuvo política de tomador de recursos en el mercado interbancario. En este sentido destacó el crecimiento del área internacional con inversiones que casi duplicaron las de 1975.Como elementos clave del ejercicio se señalaron los siguientes: integración del banco industrial Induban, en el que el Vizcaya mantiene ahora el 99,7%. Avance en la formación del grupo Bancaya, conducido bajo un solo control, aunque con independencia jurídica y autonomía de dirección. Reorganización de la estructura interna de la entidad.

El consejero delegado justificó la política expansiva del Banco en 1976, aumento de oficinas, que pasan de 421 a 578, y a unas 670 al finalizar el presente ejercicio, en base a razones de mantenimiento de cuotas de mercado y seguimiento del crecimiento de la población y de los asentamientos urbanos.

Política monetaria

Más adelante elogió la política monetaria del Banco de España y pidió una rebaja del coeficiente de caja del 6,25 actual a un 5%. Sobre el plan de liberalización de tipos de interés en operaciones a más de un año señaló que siendo partidario de la flexibilización, era contrario a medidas aisladas arriesgadas en estos momentos y que suponen más problemas que soluciones.

Riesgos

Otro elemento novedoso del discurso fue el referido a la política de saneamiento de activos y previsión del riesgo. En 1976 se ha dotado al fondo de insolvencias con 513 millones de pesetas, a la vista del aumento de fallidos, impagados y suspensiones de pagos. Con referencia a las inversiones señaló la oportunidad de un aumento de las realizadas en cartera de efectos (60%).En cuanto a política de ampliaciones de capital se anunció una liberada de un título nuevo por cada nueve antiguas, a realizar en abril, y otra más adelante en cuantía y tipo que se determinará.