Que asuma la Jefatura de Gobierno un militar

«Menos mal, y esta es la clara vocación del Estado, que la neutralidad y el acierto, el estar por encima de unos y de otros, el ser arbitral, en la atención de todas las causas, por pequeñas que éstas sean, puede devolver a sus justos términos, una omisión, quizá. involuntaria, soltándonos a la arena política a todos para empezar la carrera en pie de igualdad. Para ello no se requeriría más que una decisión: la asunción de la jefatura del Gobierno por un militar que garantice el orden, la neutralidad y objetividad del proceso electoral, teniendo además presente que, como sabemos, no quedaría incurso para esta alta misión dentro de lo dispuesto en el reciente decreto ley de participación política de los militares, al tener para esta función el respa!do real y la confianza del pueblo.Esta opinión está basada en las palabras del Rey de todos los españoles, cuando afirmó: "Que nadie tema que su causa sea olvidada; que nadie espere una ventaja o un privilegio".»

24 marzo