«Con la reforma Suárez vamos a una dictadura de la oligarquía»
Tres centenares de personas, de las que el 80% eran jóvenes de entre 18 y 23 años, asistieron el domingo al primer acto público de conmemoración del aniversario de las falanges gallegas celebrado sin autoridades. Estuvo organizado por Falange Española de las JONS (auténtica), cuyo jefe nacional, Pedro Conde, afirmó que «los banqueros que dirigen la política económica del actual Gobierno permanecen en la sombra y serán los beneficiarios de esa política ».Narciso Perales dijo que en los últimos cuarenta años, el español se había habituado a obedecer, que hay muchos que prefieren la seguridad a la libertad con sacrificio y que la reforma de Suárez tiene un objetivo claro: «salimos de una tiranía personal y vamos a una dictadura de la oligarquía».
Por primera vez en este aniversario -que se cumple el día 17- la bandera blanquiazul de Galicia figuraba junto a la de la Falange. Dos pancartas recordaban frases de los dos jefes nacionales muertos: José Antonio y Manuel Hedilla. Sus sucesores, Narciso Perales y Pedro Conde, tercero y cuarto jefe, respectivamente, ocuparon el estrado como oradores, después de que el consejo gallego del partido recibiera la bandera luguesa que en 1935 presidió el acto fundacional. «Os la entrego -dijo Cedrón del Valle, su depositario desde 1957- porque sois los dignos herederos de la Falange y no los traidores, brujuleadores y aprovechados que utilizan nuestros nombres y nuestros símbolos indebidamente. »
Pedro Conde atacó duramente al Movimiento, «un castillo de naipes, a pesar de las buenas ataduras, espantajo, befa y burla de la Falange». Arremetió contra los «históricos» de Fernández Cuesta y dijo que la unidad de todos los falangistas es posible, «excepción hecha de los que eliminaron el punto 27 de la Falange cuando resultaba más oportuna su aplicación». Acusó a la clase política diciendo que «no se atreve a romper el coto que de nuestra patria hizo el general Franco, para devolvérselo al pueblo», y mostró su solidaridad con los labradores de As Encrobas, diciendo que era una magnífica oportunidad para aplicar la teoría falangista de la propiedad sindical y comunal.
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