Manifiesto a favor de la legalización de todos los partidos

«El reconocimiento legal de todos los partidos sin exclusiones es una de las condiciones esenciales para la implantación de una plena libertad de asociación en cuyo marco puedan manifestarse las organizaciones obreras y populares existentes en el Estado español». Con éste párrafo termina el manifiesto que firmado por 267 intelectuales, artistas y profesionales, se dio a conocer ayer en una rueda de prensa.Con la recogida de estas firmas, promovidas y realizadas por una comisión. técnica formada por miembros de diversos partidos e independientes, se pretende iniciar una serie de actuaciones encaminadas a movilizar a la opinión pública a fin de que ésta ejerza la presión necesaria para conseguir la legalización de todos los partidos obreros y organizaciones populares.

«Esta carta viene a salir al paso a ciertas alusiones de que la legalización de los partidos se va a resolver felizmente», manifestó Fernando Claudín en el transcurso de la rueda, en la que intervino en representación de los firmantes del manifiesto junto a Rafael Canogar, Elías Querejeta, José Luis Gómez y María Josefa Cordero.

«Es necesario que haya una presión de la opinión pública -continuó Claudín- si queremos una democracia más o menos homologable a las democracias europeas. Sería una discriminación inadmisible que algunos partidos fueran legalizados -como el Comunista, por ejemplo- y otros -la ORT o el PT- no. »

«Si se diera esta discriminación -agregó Querejeta- nos encontraríamos en la misma situación absurda en la que hemos vivido los últimos cuarenta años. Supondría además la marginación de los aspectos más válidos y auténticamente democráticos que existen en el país.».

Otra de las cuestiones apuntadas a lo largo de la rueda fue que habría que hacer un llamamiento a los partidos políticos ya legalizados para que apoyaran la legalización de todos, sin exclusiones.

También se anuncio que el manifiesto será difundido por asociaciones de vecinos, fábricas, facultades, etcetera para que el movimiento obrero, el estudiantil y el movimiento ciudadano se adhieran a la petición de legalización de todos los partidos sin excepción.

Una vez reunido un número de firmas representativo de una voluntad mayoritaria no se descarta la posibilidad de elevar el documento al Tribunal Supremo, quien deberá decidir en última instancia sobre la cuestión.