La mayoría de los franceses opina que la justicia funciona mal

Un 71 % de los franceses opina que la justicia de su país funciona «mal» o «muy mal», según un sondeo que publicó ayer el diario moderado Sud-Ouest, editado en Burdeos. Respecto de la igualdad de los distintos sectores sociales ante los tribunales, un 68% piensa que «la justicia no es la misma para todos», y un 75% cree que las sentencias son «demasiado indulgentes».

La independencia de los magistrados es juzgada como «sujeta a determinaciones» en más de un 50%: por presiones de sus superiores (49%) del poder político (53%) y por la propia ideología de los jueces (44%).Respecto a los pequeños delitos, el porcentaje se reparte casi a partes iguales entre los que consideran que los jueces son «demasiado severos», «demasiado indulgentes» y « satisfactorios», si bien estos últimos son algo menos de una cuarta parte de las opiniones registradas.

El derecho de gracia del presidente de la República para conmutar una pena de muerte se corresponde casi exactamente a la opinión de los franceses sobre la pena capital, contando con que esta otra fórmula de preguntar ha producido más indiferentes que una pregunta directa en una cuestión muy debatida en la calle: 55% de los franceses están en contra del derecho de gracia presidencial (también son mayoría en Francia los partidarios de la pena de muerte) y un 37% cree que es «una buena cosa».

Ultimamente se viene extendiendo el rumor en distintos medios políticos de que el presidente Giscard, en acuerdo con el ministro de Justicia, Olivier Guichard, intentará reformar el derecho penal para hacer «desaparecer de hecho» la pena de muerte.

La sala de lo criminal de la Audiencia del Ródano condenó ayer a la pena de muerte a Hamida Djabudi, de veintisiete años, de nacionalidad tunecina, por violación y asesinato acompañado de torturas infligidos a una muchacha de veintiún años llamada Elisabeth Bousquet.