La juventud de los partidos alemanes reaciona ante la crisis política

Los sectores juveniles de los tres partidos mayoritarios en el Parlamento de Bonn pasan a la ofensiva en un momento de crisis política interior, derivada de la debacle del presupuesto de las pensiones, y también a causa de la inestabilidad de la política interalemana, la aplicación de la ley antirradicales y la confrontación respecto del tema nuclear. La «Joven Unión», cantera de futuros diputados democristianos, ha criticado duramente al partido matriz porque, en su opinión, ha convertido las discusiones parlamentarias sobre política interalemana en, una «continua disertación de carácter filosófico-metafísico», sin reflejar la realidad política. En definitiva, los jóvenes democristianos acusan a los seniors de su partido de cerrar los ojos a realidades innegables.

Los jóvenes demócratas del Partido Liberal van aún más lejos. Han denunciado que a varios militantes, entre ellos Detiev Ommen, miembro de la directiva, se les impide desarrollar su vida profesional por supuesta «animosidad contra la Constitución de la República», Tras una intervención de la policía política, Detlev Ommen ha tenido que abandonar, su trabajo como profesor de instituto.

El presidente de los jóvenes demócratas ha anticipado que en los próximos meses se decidirá si su agrupacion se constituye o no en partido autónomo. Esto significaría para el Partido Liberal la posibilidad de un futuro muy oscuro, por carencia de herederos políticos.

Los jóvenes socialistas, o jusos, denuncian constantes intervenciones policiales contra militantes de su propia fracción y de otros partidos situados a la izquierda, so pretexto de mantener incólume la Constitución federal. La reideologización que implica la postura de losjusos ha hecho ya escuela, en otros, niveles del Partido Social demócrata (SPD). El jefe del Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia, Heinz Kuehn, miembro del partido desde hace 49 años y ex vicepresidente del SPD, ha denunciado la burocratización de su grupo político. « La socialdemocracia se ha quedado -dice- en resorte tecnocrático. Hasta ahora el partido se había presentado como una unión de ciudadanos que buscaban algo más que objetivos puramente materiales; esto nos distinguía de las formaciones conservadoras». Kuehn dice también que decisiones como la de incrementar las dietas de los diputados, mientras el propio Gobierno lamenta la falta de medios para cubrir adecuadamente las pensiones de vejez de los ciudadanos, sólo contribuyen a «mermar la credibilidad en los socialdemócratas. Para merecer el crédito de la nación -añade Kuehn- hay que decidirse a veces por medidas no precisamente agradables», aludiendo a las dietas de los parlamentarios, que a su criterio habría que recortar.