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Nuevas discrepancias ideológicas entre Belgrado y Moscú

Los medios informativos yugoslavos denuncian con especial acritud una nueva campaña soviética contra el PC de Belgrado. Según la agencia de noticias yugoslava Tanjug, la revista ideológica del PCUS Cuestiones sobre la historia del PC Soviético, se permite formular juicios críticos respecto del PC del país balcánico. Según la revista, la crisis ideológica de este partido debe atribuirse a las «vacilaciones teóricas que se derivaron del repentino, crecimiento experimentado por el PC Yugoslavo, durante la segunda. guerra mundial y después de ella». Este crecimiento, consecuencia del gran prestigio logrado por el mariscal Tito como líder de las formaciones partisanas antifascistas, es para los soviéticos la causa de un descontrol ideológico de los militantes que iban ingresando en las filas del partido.

La agencia Tanjug, estima que el autor del artículo en cuestión regresa a posiciones «kominformistas» similares al juicio condenatorio lanzado por Stalin en 1948 contra los comunistas yugoslavos. Belgrado la aprovechado esta nueva ocasión para reafirmar que no otorga un valor absoluto a la experiencia socialista de la URSS.

No hace muchos días el diario yugoslavo Politika comentaba que «Yugoslavia se encuentra aún sometida a incesantes presiones stalinistas y neostalinistas» que, «intentando reafirmar el internacionalismo proletario, pretenden destruir la política de no alineación y el modelo socialista yugoslavo». Presiones de este tipo, ha comentado a este respecto el presidente de la organización del partido Alianza Socialista, Petrovich, ponen de manifiesto que «los llamados kominformistas actúan con el conocimiento y apoyo de ciertos factores, extranjeros», velada alusión a determinados: sectores burocráticos de Moscú.

La polémica ideológica entre la URSS y la República Federal Yugoslava se ha acentuado desde la visita del secretario general Brejnev a Yugoslavia, el pasado noviembre. Desde entonces se ha observado una resistencia creciente, por parte de Tito, a aceptar el concepto internacionalismo proletario», porque dice ver en él un instrumento de prepotencia del Kremlin respecto de los aliados socialistas.

Belgrado, por su parte, recomendó incluso a primeros de este mes que la URSS debería cambiar el programa de acción del PCUS, porque «no corresponde globalmente ni a la verdad, ni al acontecer histórico, ni a la política que necesitan las circunstancias de hoy». Según el programa del PC soviético de 1961, sustancialmente aún en vigor, los comunistas yugoslavos son revisionistas, circunstancia esta que, tal y como dijo Brejnev en la conferencia de partidos europeos en Berlín, en junio pasado, no es obstáculo para mantener buenas relaciones con ellos.

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