Rino Salvini,
industrial italiano arrojó al mar durante el verano de 1973, una botella conteniendo una invitación. «Quien la encuentre está invitado a pasar las navidades en mi casa», decía el mensaje. Hace un par de días, un pescador de sardinas de Florencia halló la botella. Puesto en contacto con el industrial, supo que la botella había tardado tres años y medio en ser encontrada. Y que, por supuesto, la invitación seguía en pie.
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