La situación en España

«Los problemas del presidente español son más complicados cuando tiene que tratar con la extrema derecha. El jefe de Gobierno y sus ministros han adoptado medidas para reorganizar la jerarquía militar. Pero, con palabras de un diplomático occidental, «están siempre mirando por encima del hombro» para comprobar la reacción de los conservadores y cada movimiento que la élite financiera y militar pueda emprender. Esta actitud puede que cambie. En efecto, uno de los ayudantes del presidente es de la opinión de que el Gobierno debe tener en cuenta a una derecha atrincherada que incluye a un grupo de generales y de capitalistas conservadores que se niegan a invertir para «crear desempleo y agitación laboral, que llevará el caos a la calle ». La policía es también otra causa potencial de inquietud.Pese a todos los cambios que han tenido lugar en España, muchos oficiales de la policía siguen pensando y obrando como si Franco gobernase el país. Existe la posibilidad de que al conceder la última semana amplios poderes a la policía, el presidente puede desencadenar, sin quererlo, a un monstruo. Una nueva campaña de represión contra la izquierda puede destruir la credibilidad del Gobierno para los comunistas y otros partidos de oposición y llevar a un estallido de violencia que pueda hacer parecer inocuo el último derramamiento de sangre.

A cambio, puede hacer fracasar las esperanzas de Suárez de guiar a España hacía la democracia.

7febrero