Barre intenta calmar la tormenta en la mayoría gubernamental

La crisis de la mayoría gubernamental, provocada por la decisión irrevocable del señor Jacques Chirac de presentarse a la alcaldía de París, no amenaza las instituciones, declaró el primer ministro, señor Raymond Barre. Los comentaristas y otros líderes de la mayoría y de la oposición piensan lo contrario y se preguntan por las consecuencias del duelo Giscard-Chirac más allá de las municipales. Comunistas y socialistas continúan profundamente divididos por lo que se refiere a la interpretación del desafio del presidente del rassemblement gaullista al presidente de la República.

El primer ministro, el domingo último, a lo largo de una hora de diálogo con una veintena de periodistas, intentó calmar la tormenta que azota la mayoría de derechas. Los dos pilares del régimen, es decir, la autoridad del jefe del Estado y el hecho mayoritario, no han sido afectados, a su juicio, por el desafío del señor Chirac al señor Giscard.

Por su parte, el señor Chirac y sus allegados se han esforzado las últimas 48 horas en desdramatizar el clima. Diversos sondeos, conocidos durante el último fin de semana, indicaban que el antiguo primer ministro ha llegado al límite del aventurismo.

Uno de ellos indica que su popularidad ha bajado doce puntos respecto al mes anterior. Otro, realizado en París, revela que el 48 % de los parisienses consideran un error que se haya presentado como candidato a la alcaldía de la capital, contra el 33 % que lo aprueban. Una tercera encuesta llega a los siguientes resultados nacionales: el 20 % de los franceses votarán por las listas del señor Chirac; el 20 % por las del conde de Ornano y el 39 % por las de la Unión de la Izquierda.

El mundo político galo sigue interrogándose sobre el porvenir inmediato, como consecuencia de esta crisis que, según una opinión generalizada, va más allá de la alcaldía de París y de las elecciones municipales.

Elecciones anticipadas

El primer secretario de los socialistas, señor Francois Mitterrand, que regresó de su viaje por América del Sur el domingo último, estimó que las querellas de la mayoría perjudican los intereses de Francia y supone que la acción del señor Chirac está inspirada por su convicción de que la izquierda va a ganar las legislativas. El señor Georges Sarre, candidato del Partido Socialista, en París, afirmó que la mayoría se ha quedado sin jefe y el Gobíerno sin mayoría. Por esto, Chirac quiere imponer las legislativas adelantadas.Para el señor Michel Jobert, presidente del grupo independiente Movimiento de los Demórratas, que fue recibido por el primer ministro el sábado último, no hay más que dos soluciones: celebrar las legislativas antes que las municipales, o que el presidente dimita y provoque una elección presídencial.

Mientras, los comunistas se preguntan hasta cuándo va a durar esta farsa que enmascara la complicidad entre Chiracy Giscard.