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GENTE

Jacqueline Errat,

inglesa, de tres años, sufrió un derrame cerebral al ser vacunada contra la tosferina, tétanos y difteria. Hoy es deficiente mental. Sus padres, han presentado ahora una querella contra el Gobierno británico, contra el laboratorio productor de la vacuna, Lister Institute of preventive medicine (que vende todos sus productos al Gobierno para la Seguridad Social) y contra el médico que la recetó. Los padres han dicho «a ver si así se resuelve el caso nuestro y el de otros quinientos niños que están en las mismas circunstancias por culpa de la vacuna».

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