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Condolencia y protesta en toda España por los asesinatos de Madrid

Con diversos actos, manifestaciones y paros laborales continuó ayer en diversos puntos de la geografía española la protesta por el asalto perpetrado en la noche del pasado lunes en un despacho de abogados laboralistas de Madrid, que arrojó un saldo de cinco muertos y cuatro heridos. Estos, según los últimos partes médicos, evolucionan favorablemente dentro de la gravedad de su estado.

En Madrid, el decano del Colegio de Abogados, señor Pedrol, suspendió, de acuerdo con sus colegas, la junta general que la corporación tenía prevista para ayer y se trasladó al escenario del crimen. En diversas ciudades españolas se celebraron solemnes honras fúnebres, organizadas por las respectivas corporaciones de la abogacía. Las que tuvieron lugar en Gerona y Málaga estuvieron presididas por las primeras autoridades provinciales.Tuvieron lugar, igualmente, diversas manifestaciones de carácter cívico. En Barcelona, unas cinco mil personas se manifestaron pacíficamente por la mañana, tras un funeral ordenado por el Colegio de Abogados de la ciudad. Sin embargo, a última hora de la tarde, hubo otra manifestación, ésta de carácter violento, en la que llegaron a arrojarse cócteles Molotov y que hubo de ser enérgicamente disuelta por la policía. También hubo una violenta manifestación en San Sebastián, que provocó daños en la sede de la Diputación y en diversos centros comerciales y bancarios. Durante la misma, algunos manifestantes cortaron el tráfico en diversas calles con vehículos. Según fuentes oficiales, no hubo heridos ni se practicaron detenciones.

La jornada, por último, se vio marcada también por diversos paros laborales en Vigo, País Vasco y, especialmente, Cataluña, donde la anormalidad afectó a unos 300.000 trabajadores.

Serafín Holgado, enterrado en Salamanca

Cerca de 15.000 personas asistieron al sepelio del abogado Serafín Holgado -última de las víctimas en el atentado contra el despacho laboralista de Atocha-, celebrado ayer en Salamanca. El rector de la universidad y los decanos de todas las facultades estuvieron presentes en el acto.El féretro fue trasladado a hombros a través de la parte antigua de la ciudad hasta el palacio de Monterrey, donde fue introducido en un coche fúnebre. El cortejo recorrió el camino al cementerio en marcha lenta, y en ningún momento se produjeron incidentes ni se rompió el silencio.

Más información en págs. 12,13 y 14

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