"El Gobierno continuará su camino hacia la democracia"

El Gobierno, reunido ayer durante siete horas en el palacio de la Moncloa bajo la presidencia de Adolfo Suárez, examinó la situación política y social, en relación con los graves acontecimientos de los últimos días, y al tiempo que «expresa su más enérgica condena por estos criminales hechos», ha hecho una serie de precisiones sobre su deseo firme de establecer la democracia, de no tolerar la violencia y aplicar con rigor la ley. Para ello, el Gobierno ha tomado una serie de acuerdos como la prohibición de celebrar manifestaciones, la investigación, requisa y ocupación de armas y la expulsión de extranjeros relacionados con organizaciones extremistas. La nota oficial dice así:

«El Gobierno, en su reunión del día de hoy, ha examinado con especial atención la situación política y social, en relación con los graves acontecimientos de los últimos días. El Gobierno, al expresar su más enérgica condena por estos criminales hechos, desea hacer las siguientes precisiones:1. El Gobierno está firmemente decidido al establecimiento de la democracia, porque este es el mandato que ha recibido del pueblo español en el reciente referéndum.

2. Los atentados contra la libertad, la integridad física y la vida de las personas manifiestan el propósito de impedir por la violencia el proceso evolutivo en curso e imponer la voluntad de unos grupos radicalizados a la del conjunto del pueblo español. Con estos hechos se pretende atacar al Estado provocando, incluso, a las Fuerzas Armadas y conmover en sus cimientos la esencia misma de la sociedad.

Estos sucesos se producen cuando el Gobierno estudia detenidamente unos proyectos de máxima aplicación del derecho de gracia, que permitan llegar a las elecciones generales en un clima político y. social superador de discordias pasadas; cuando están próximas unas elecciones y el país se encamina hacia ellas con serenidad y madurez; cuando la clase política orienta sus esfuerzos, dando pruebas de patriotismo y comprensión, a colaborar en la tarea de consolidar un pluralismo político al servicio de los intereses nacionales; cuando se están consiguiendo nuevos hitos en la normalización y reconciliación nacionales; cuando el mundo que nos rodea mira hacia España con respeto y con esperanza en nuestro proceso político.

3. Pero el Gobierno no es tolerante con la violencia, con la amenaza y con el crimen. Allí donde se producen colectivamente situaciones de violencia, el Gobierno actúa firmemente en el restablecimiento del orden y cuando la violencia o el crimen se ejercen contra personas individuales, el Gobierno actúa con el mismo empeño y responsabilidad, en la solución de cada caso y la persecución de los culpables sin acepción de personas, grupos o ideologías, empleando todos los medios legales que tiene a su alcance.

4. El Gobierno, en las actuales circunstancias, confía en que las fuerzas políticas del país y los medios de comunicación social, presten su inequívoca colaboración, a fin de contribuir a mantener el clima de tranquilidad y serenidad públicas, que es presupuesto ineludible en la construcción de una convivencia civilizada.

5. El pueblo español ha hecho oír su voz con claridad; y es una voz que ha elegido la moderación. La acción del Gobierno pretende coincidir en todo con la voluntad de la sociedad; si el Gobierno hace uso del diálogo como norma habitual de conducta, también es claro que frente a aquellas personas o grupos que pretendan imponer sus particulares opiniones por la violencia, el Gobierno aplicará con todo rigor la ley. Y al hacerlo así, se sabe asistido por un auténtico aliento popular, apoyado en la garantía institucional que suponen nuestros Ejércitos, modelo de patriotismo, serenidad y clara conciencia de su misión.

6. A propuesta del ministro de la Gobernación, el Consejo de Ministros, valoradas las diversas posibilidades legales existentes y atendidas las circunstancias, ha adoptado como medidas de carácter inmediato y entre otras, y sin perjuicio de las que puedan aconsejar la evolución de los acontecimientos, las siguientes:

A. Dictar instrucciones a las autoridades gubernativas para que se prohíba la celebración de toda clase de manifestaciones públicas en tanto persistan las actuales circunstancias, por entender que, en este momento, existen fundados motivos para estimar que su celebración podría dar lugar a la comisión, por parte de grupos extremistas, de actos tipificados como delito en las leyes penales.

B. Hacer uso de las facultades reconocidas en los artículos 13 y 14 del decreto-ley 10/1975, de 26 de agosto, sobre detenciones y registros en relación con las investigaciones conducentes al esclarecimiento de los delitos de terrorismo.

C. Intensificar la labor de investigación y requisa de las armas para cuyo uso se carece de licencia, poniendo a sus poseedores a disposición de la autoridad judicial.

Proceder a la inmediata ocupación de armas amparadas por licencia cuando existan motivos para presumir que pudieran ser empleadas en actos contrarios al orden o a la seguridad de las personas.

D. Cursar instrucciones para que, en aplicación del decreto 522/1974, de 14 de febrero, y respecto de los súbditos extranjeros que puedan estar relacionados con organizaciones extremistas o actividades contrarias al orden público, se proceda por la Dirección General de Seguridad a su expulsión del territorio nacional con carácter inmediato, o una vez extinguida la responsabilidad penal en que hubieran incurrido.

E. Expresar su apoyo a las Fuerzas de Orden Público, y adoptar las medidas necesarias para dotarlas de los medios técnicos adecuados y eficaces para el más perfecto cumplimiento de su misión con el menor riesgo posible para la integridad de las personas y las cosas.

A tal efecto se encomienda al ministro de Hacienda la tramitación urgente de los créditos necesarios a dicho fin por un importe total de hasta 4.000 millones de pesetas.

7. El Gobierno, finalmente, reitera que ante la acción subversiva que ataca al Estado y pretende crear una situación de intranquilidad y temor, el Estado sigue firme y el Gobierno decidido a cumplir su programa y continuar el camino que el pueblo español libremente ha elegido.»