Boicot, como recurso
« (... ) Que la «huelga de consumidores» no sea una solución definitiva no quiere decir, ni mucho menos, que en determinadas ocasiones no tenga efectos positivos. Ocurre aquí -porque el paralelismo con la protesta obrera es innegable- que como última «ratio» es absolutamente legítima. Que aquellos que en la sociedad y en las relaciones comerciales les ha tocado desem peñar el papel de meros compradores, ante un aumento abusivo de precio o ante, una evolución del mercado de productos que no ven clara, decidan colectivamente ma nifestar su protesta volviendo las espaldas al último escalón comercial -el comercio detallista-, esperfectamente natural. Quizá como solución perecedera no tenga viabilidad y nosotros ya anticipá mos que no discutimos eso. Pero corno gesto y como expresión de una disconformidad tiene un valor estimable que nadie puede poner en duda ( ... ).»
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