El militar profesional ante la reforma
Cuando el pasado día 18 de noviembre, en el palacio de las Cortes, y ante un hemiciclo que hervía de aplausos, recién leídos los resultados que determinaban la aprobación por abrumadora mayoría de la ley para la Reforma Política, pudimos ver a los ministros militares apresurarse a felicitar efusivamente al presidente del Gobierno por su espectacular, legítimo y merecido triunfo -fueron los primeros en hacerlo-, hemos de confesar que como militares que somos, nos invadió un profundo y difícilmente descriptible sentimiento de satisfacción. Es evidente que nada de cuanto antecede nos resulta ajeno a los militares, sino que, muy al contra rio, nos afecta de lleno. y no sólo por nuestra condición de ciudadanos y de patriotas. Una cosa es que seamos -como somos- apartidistas y otra muy distinta que poda mos permanecer indiferentes ante un decisivo cambio cualitativo de aquello,que hemos de respaldar y defender por imperativo constitucional-. Pues bien uno de los valores cuya defensa está constitucionalmente encomendada a las Fuerzas Armadas -el orden institucional- acaba de dar un considerable salto hacia arriba en calidad., modernidad. autenticidade, representatividad y altura moral.
, diciembre de 1976