Gran Bretaña negocia su presencia en un Gobierno rodesiano de transición

El viaje de Ivor Richard, presidente británico de la conferencla sobre Rodesia, a seis capitales del Afríca meridional, ha comenzado ayer y se prolongará por espacio de dos o tres semanas. La conferencia estuvo reunida recientemente en el Palacio de las Naciones, de Ginebra, y tras muchas deliberaciones infrustuosas entre los nacionalistas negros y los representantes del Gobierno blanco rodesiano, fue aplazada hasta el 17 de enero «para dar tiempo a pensar».El señor Richard se propone ir primero a Zambia y luego a Rodesia. Después visitará la Unión Sudafricana, Botswana, Mozambique y Tanzania. Uno de sus propósitos más importantes será ejercer presión para que se acepte «una presencia británica, en cualquier Goblerno interino que se consiga formar.

Antes de salir de Londres para Lusaka, la capital de Zambia, el señor Richard observó que quizá tenga que desplazarse varias veces de unas capitales a otras entre los seis países africanos, y que tiene nuevas ideas que explorar con el señor Emith -jefe de la Administración ilegal blanca de Rodesia- y, con otros dirigentes, con la esperanza de salir del est ric miento, en que cayó la conferencia ginebrina.

Interrogado sobre la «presencia británica». el señor Richard ha precisado que lo que va a proponer es que Gran Bretaña ejerza un papel directo en el Gobierno interino de Salisbury, un papel que desde luego, sería neutral. Tendría por objeto, por un lado, dar confianza al bando nacionalista negro en que el proceso hacia el Gobierno mayoritario es irreversible y, al mismo tiempo, tranquilizar a la población blanca en el sentidbsde que la transición será ordenada y pacífica.

Pero Gran Bretaña no tratará en modo alguno -dijo el señor Richard- de gobernar a Rodesia. Su papel será puramente moderador.

La reacción del partido del GoIbierno blanco rodesiano, el Rodesia Front, al viaje de Ivor Richard es repetir que se negará por su parte a toda alteración del paquete Kissinger, que la Administración Smith interpreta de manera mucho más favorable al Gobierno blanco de lo que los nacionalistas negros -están dispuestos a admitir. Una de

las estipulaciones de ese paquete, según el Goblerno Smith, es que

todas las actividades de defensa y orden público seguirían a cargo de la Administración blanca actual.