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Reportaje:

Polémica en torno a la central nuclear vizcaína de Basordas

«Excesiva concentración humana actual y futura de la zona». Por esta razón fundamental la Diputación de Guipúzcoa se declaró contraria a la construcción de una central nuclear en Deva, haciendo suyo el informe elaborado por los consultores americanos Dames and Moore.Bastantes meses después, la Diputación de Vizcaya guarda todavía silencio en torno a la central que Iberduero, SA construye en Basordas, en terrenos pertenecientes a los municipios de Munguía y Lemoniz.

La Corporación vizcaína parece entender que el asunto no es de su incumbencia pese a que en un radio de veintinueve kilómetros en torno a Basaordas residen hoy 1.100.000 habitantes (832 por kilómetro cuadrado), mientras que en la misma área alrededor de lleva la densidad de población es de 481.

Los criterios americanos al respecto, según recoge el citado informe de Dames and Moore, establece que en el momento de poner en marcha una central, la población en un radio de 48 kilómetros no debe exceder los 193 habitantes por kilómetro cuadrado y los 386 mientras dicha central se encuentra en activo.

Si la densidad demográfica fue causa suficiente para desechar el proyecto de Deva, parece evidente que en el caso vizcaíno las razones en contra son doblemente poderosas. Sin embargo, esta misma Diputación que dentro del régimen administrativo especial pretende atribuirse la responsabilidad del medio ambiente y de la ordenación territorial, ni siquiera se ha dado por enterada de que dentro de su suelo provincial se construye una central atómica.

Esta inhibición resulta inquietante si se tiene en cuenta que a lo largo del pasado verano decenas de entidades vizcaínas remitieron a la Diputación un escrito en el que se pedía la inmediata paralización de las obras. Los firmantes, representaban a un colectivo superiora las 50.000 personas.

Probablemente los diputados vizcaínos pensarán que no va con ellos la comprobación de si Iberduero, SA ha cumplido o no las normas americanas sobre construcción y emplazamiento de centrales nucleares, normas que al menos teóricamente pretenden seguirse en nuestro país. Es posible que este dictamen corresponda a otras instancias: Ministerio de Industria, Junta de Energía Nuclear.

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Pero en ningún caso puede desentenderse la Diputación de un proyecto industrial que en el futuro va a hipotecar seriamente, la planificación territorial y urbana de toda la provincia, temas que entran de lleno en las competencias del organismo provincial.

Datos contrapuestos

Que la central nuclear de Basordas se interfiere en los planes urbanísticos de Vizcaya resulta evidente a la luz de los siguientes datos: Iberduero, SA ha previsto para 1990 una población de 15.000 habitantes en un radio de ocho kilómetros a partir de Basordas, cuando resulta que la Diputación estima que para la misma fecha sólo la comarca Plencia-Gorliz, que queda incluida dentro de esa zona, deberá acoger a 155.000 personas.Esta disparidad de criterios no es la única ni la más espectacular. De acuerdo con las previsiones actuales recogidas en todos los estudios urbanísticos realizados tanto por la Diputación como por el Gran Bilbao, el crecimiento demográfico de la capital debe orientarse hacia el valle de Asúa y las comarcas de Munguía y Plencia. La importancia de estas dos últimas zonas como asentamientos poblacionales resulta mayor por cuanto que el debatido aeropuerto de Sondica ha invalidado parcialmente el valle de Asúa.

Pero todas estas previsiones resultan molestas para Iberduero, SA a la hora de conseguir el permiso definitivo -todavía no concedido- para su central nuclear de Basorlas, que se encuentra ya en avanzado período de construcción. Las previsiones resultan molestas, porque el crecimiento de Vizcaya se apunta hacia zonas que están incluidas dentro del área de población reducida en torno a la central.

Para evitar esta dificultad, Iberduero, SA ha manipulado según sus necesidades las previsiones de población para las distintas áreas de la provincia. Mientras que ha congelado el crecimiento en la zona que va de cero a quince kilómetros, ha amontonado a 3.500.000 personas para el año 2010 en el anillo circular comprendido entre los quince y los veinte kilómetros.

Conviene recoger las conclusiones elaboradas al respecto por el Gran Bilbao, que en su esquema de desarrollo recomienda «canalizar el crecimiento hacia las zonas de Plencia, Munguía, Asúa y Amorebieta, procediendo a contener la sub-área de la margen izquierda, ya sea por su nivel de congestión en la actualidad o por la casi absoluta falta de suelo, como es el caso de Bilbao».

He aquí sin embargo el futuro que Iberduero, SA prevé para los vizcaínos en el año 2000 si su central sigue adelante: Portugalete habrá alcanzado una población de 468.000 habitantes (siete veces más que en la actualidad); 471.000 personas se hacinarán en Santurce, más 779.000 en Baracaldo y cerca de un 1.200.000 en el actual casco urbano de Bilbao.

Mientras tanto, las mismas previsiones calculan que no más de 101.531 personas podrán disfrutar de la bahía de Plencia; que sólo 15.255 personas habrán optado por vivir en Gorliz y 6.483 en Sopelana. Y eso por citar tan sólo tres poblaciones que constituyen hoy punto de mira para millares de vizcaínos que tratan de huir de la capital. Resulta incomprensible que para tan escasa población el Estado haya previsto construir para la próxima década una autopista desde Bilbao a Plencia.

Si entramos a analizar otros datos, resulta que otras poblaciones de la costa, como Baquio, verán disminuir su población de aquí a treinta años, según estos cálculos de Iberduero, SA. Está visto que la importante empresa eléctrica del norte pretende amontonar a los vizcaínos junto a los humos de sus zonas más industrializadas, mientras que media provincia que sería congelada por una sola central nuclear.

Si la Diputación de Vizcaya sigue manteniéndose al margen después de estos datos, sacados a la luz por el economista José Allende en nombre de la comisión de defensa de una costa vasca no nuclear, no podrá, al menos, decir que la central nuclear no es tema que vaya con ella.

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