Prentice seguirá luchando por los "principios" del laborismo británico
Reginald Prentice, el ministro británico que tan sensacionalmente renunció a su puesto en el gobierno laborista, dice que podrá luchar mejor por los verdaderos principios del laborismo desde los escaños de la Cámara de los Comunes. El señor Prentice, que afirma que seguirá perteneciendo y siendo fiel al partido, es uno de los exponentes del ala moderada laborista y explica que estaba cada vez más desilusionado del Gobierno.
Inmediatamente después de su dimisión acusó al primer ministro Callaghan y a sus colegas de no poner coto a lo que él considera como una decadencia continua de Gran Bretaña y de basar sus actos en consideraciones de pura conveniencia de partido a expensas de intereses nacionales más amplios.Prentice, que desempeñaba el cargo de ministro de Desarrollo y Asistencia a Ultramar, abogó también por una mejor calidad del liderazgo y un estilo de gobierno más, vigoroso y eficaz, con menos insistencia en los factores doctrinarios.
En su carta de dimisión al primer ministro, el señor Prentice señaló que sus razones podían resumirse en una sola frase: que el Gobierno iba a la deriva.
Las decisiones relacionadas con la cuestión de la devolución de poderes a Escocia y Gales se habían tomado -en opinión del señor Prentice- con pánico y precipitación, siendo ello un ejemplo de la actitud de basar importantes decisiones en consideraciones de conveniencia transitorias.
El primer ministro observó, en su carta de respuesta, en la que aceptando con pesar la dimisión de Prentice, que esta no le causaba ninguna extrañeza puesto que ya se había ido disociando paulatinamente del movimiento laborista desde hacia tiempo.
Añade Prentice que existe, sin embargo, un sector muy amplio del partido que sigue fiel a los principlos de Attlee, Bevin, y Gaitskell, de laborismo moderado, y que ese sector no tiene hoy una voz bastante fuerte en el Parlamento.
Prentice se propone cambiar esa situación y luchar para que se tenga plenamente en cuenta a los que sustentan la opinión moderadas.
Tal sector, aunque partidario de las reformas sociales y enemigo de los conservadores, no está en favor de la creciente estatízación de la industria, sino que aboga por una economía mixta.
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