Curas:sotana y pantalón

A mi amigo el clérigo, treintañero que jamás de su vida clerical ha usado sotana, le llamó su madre esta mañana, devota y viejecilla la señora, para decirle llena el alma de pesar y miedo:-Hijo, que dicen que el Papa os va a excomulgar a todos los que vais con pantalones! Mi amigo se echó a reir, le hizo a la mamá unas sensatas consideraciones y la dejó más tranquila. Debió decirle algo así como esto:

-Mira, madre: los curas, por prescripción jerárquica, deben llevar hábito eclesiástico, sotana o clergyman, excepto, aquellos que tengan permiso especial de su obispo para vestir como la gente. Lo que ahora acaba de ocurrir es que un cardenal de Roma, que se llama Baggio y que es el que manda en la Sagrada Congregación de los obispos, envió, por medio de la Nuncíatura, al cardenal Tarancón una carta en la que dice que se tenga en cuenta la susodicha prescripción y que se lo haga saber a los obispos. La carta ésta, es de hace unos meses pero resulta que ahora habla de ella, con rigor, el Boletín del Obispado de Cuenca, sede de monseñor Guerra Campos. Y la agencia Europa Press lo ha dicho. Eso es todo. Para tu información completa te diré que lamayoría de los obispos españoles, que tienen mucho que hacer, no parecen haber dado al asunto mayor importancia porque comprenderás, querida mamá, que salir ahora con esas... ¿Que por qué este cardenal Baggio lo hizo? Pues no lo sé. Será que le parece importante el asunto. Otros aseguran que, como es habitual, habrá recibido presiones eclesiasticas españolas, porque en España, querida mamá, hay algunos reverendos muy interesados por el tema.

Ya sabes, por ejemplo, que cierta asociación se distingue, entre otras cosas, por llevar a sus curas muy puestos, muy de sotana o de clergyman con puños impolutos. Ya sabes, mamá, cosas que se dicen... Y como Europa Press tiene algo que ver con esa asociación de que te hablo... Pero tú, tranquila, marná, que yo tengo mucha fe y no me imagino a Jesucristo echando el resto para que sus sacerdotes se vistan así o. asá. Bueno era -y ES- Jesucristo...

Para apuntalar un poco el alegato de mi amigo el

clérigo, digamos que en el ya casi caduco y en vías rápidas de revisión Código de Derecho Canónico, canon 136, se dice textualmente: «Vistan todos los clérigos traje eclesiástico decente, según las costumbres admitidas en el país y las prescripciones del ordinario local; lleven tonsura o corona clerical, si no aconsejan otra cosa las costumbres corrientes en los países y arréglense el cabello con sencillez ... » Pero saben ustedes, por ejemplo, que en la normativa no incorpora da al Código pero vigente, por autorizada interpretación de la Sagrada Congregación del Concilio de 10 de enero de 1920, Para que los curas puedan usar «peluca» dentro de la misa se necesita licencia del Papa -en España basta autorización del, nuncio- con tal de que la peluca sea modesta y lleve coronilla» Pues así es. ¡Qué cosas? ¿verdad?

El asunto del hábito y apariencia clericales es tema arcaico, medieval, de casta sacerdotal, qué rechina cada vez que se toca en una época como, la nuestra en que la clerecía busca desesperadamente su incorporación al mundo en el más evangélico sentido. Una buena mayoría de clérigos españoles no quiere ser «casta», quiere ser pueblo entre el pueblo. En el mejor sentido. Y en este ardiente momento de España, enzado de problemas y desaflos, venir con lo de la sotana -como venir coi !o de la peluca, que esa sería otra de cara al abundante número de'clérigos ~alvos- es casi una broma, dicho sea con todos los respetos al señor cardenal Baggio de quien,por cierto, se habla como papable en los círculos vaticanos.

¡Un poco de seriedad, señores!

Como uno tiene también algún amigo obispo, estos días he llamado a dos o tres para preguntarles:. ¿Y lo del hábito clerical, monseñor? Y me ha dicho: ¿Qué?,, ¿que si nuestros hábito$ y costumbres podrán ayudar en, esté momento del país para que todos nos queramos un poco más y haya paz y justicia?

-No. hombre, lo de la carta de Roma.

-Mira, chico, no me tomes el Pelo...

Debe haber obispos muy rojos en este país.