Más difícil que el referéndum

Dos veces en veinticuatro horas el Gobierno español ha sido golpeado en su terreno más sensible, el mantenimiento de la ley y el orden. Sus enemigos de ultra derecha se alegran porque estos hechos demuestran que la liberalización y la democracia destruirán los 36 años de paz y progreso que para ellos fueron las características del régimen del general Franco. Primero, el viernes, Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista Español, dio una conferencia de prensa en el centro de Madrid y reveló que estaba viviendo ilegalmente en España desde el mes de febrero, pese a que el Gobierno le había negado su pasaporte y que había dado órdenes a la policía para detenerlo sí le encontraba en España.Poco tiempo después de que la derecha hubiese dijerido este choque, el señor Oriol y Urquijo, presidente del Consejo de Estado, era secuestrado por una organización de extrema izquierda.

Si los comunistas no hubiesen propugnado la abstención en el referéndum de mañana sobre la reforma constitucional que los secuestradores en su primera nota describían como una farsa fascista, habría habido una atentativa para identificar los dos acontecimientos como parte de un complot. ( ... )

(...) El primer ministro Adolfo Suárez ha pasado todo el domingo en la Presidencia, aplazando su viaje a Barcelona en donde proyectaba obtener el apoyo catalán para el sí en el referéndum.

( ... ) Enemigos de la democracia hubiesen festejado cambios en estas 72 horas en España buscando nuevas oportunidades para embarazar al Gobierno y a los partidos moderados de la oposición.

El Gobierno ha dicho que no se apartará de su camino, pero que tendrá que luchar duro para evitar que el regionalismo sea identificado con el separatismo y que la izquierda se identifique con el terrorismo. Un esfuerzo tan grande será necesario para llegar a cabo estos propósitos como para ganar el referéndum.

14 diciembre